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Niall llego con cinco minutos de adelanto solo para ver que Harry ya lo estaba esperando vestido con un traje perfecto entallado a la medida, con su cabello acomodado sin espacio a rizos sueltos, y con los ojos verdes brillando bajo la tenue luz de los candelabros que colgaban del techo.

Trato de que el hecho que aún llevara los guantes puestos no le molestara mucho.

— Ho-

— Gracias a Dios que no te pusiste Jeans— interrumpió Harry, fingiendo sentirse aliviado

— ¿Y arriesgarme a perder la cena más costosa de toda mi existencia? No gracias.

— Bien pensado — Harry sonrió un poco — Toma asiento — le dijo, señalando la silla frente a él.

Niall se sentó y enseguida un elegante camarero llego para atenderlos, entregándoles la carta a ambos con la actitud que solo tenían las personas que trabajaban atendiendo a personas forradas hasta el cuello. Vio, entre hipnotizado y divertido, como Harry releía la carta y le preguntaba al camarero sin miedo sobre un montón de vinos con nombres difíciles de pronunciar y años del siglo pasado, para terminar pidiendo algo que sonaba demasiado excéntrico como para ser de su gusto.

Se preocupó de leer su carta y encontrar algo que le resultará apetitoso. No le costó mucho para decidirse por un filete con una salsa de algo más y patatas cocidas con algo agregado que de alguna manera sonaba familiar pero elegante a la vez, y también aprovecho de pedir de postre tiramisú. Vio a Harry sonreírle un poco y él mesero, luego de tomar la orden, se marchó.

En L'abe todo parecía sacado como de una película de la realeza. La luz era tenue, definitivamente había un ambiente romántico y costoso en todo lo que rodeaba el lugar, pero ninguna de las esculturas que habían, o muebles tallados a mano ni probablemente personas famosas comiendo cerca a él le llamaba más la atención que el castaño que tenía al frente.

— ¿Hablas francés? — preguntó Niall, poniendo en palabras la duda que le había quedado luego de escuchar a Harry hablar de vinos con tanta naturalidad. También cabía la posibilidad de que Harry fuera un snob que solo sabía pronunciar bien los nombres de vinos extranjeros, pero necesitaba confirmarlo.

— Bien sûr, Qui pensez-vous que je suis?

Niall puso los ojos en blanco — Por supuesto que hablas francés.

Harry se rio. — ¿Qué te parece el restaurant de mi hermana? ¿Muy excéntrico?

— No lo sé, al lado tuyo nada parece "muy" excéntrico — Harry soltó una carcajada complacida, como si el comentario le agradará. Niall continuo — ¿Es Chef? ¿Está trabajando ahora?

— Si, es Chef ejecutivo y dueña, pero tiene siete meses de embarazo así que se ha tomado vacaciones indefinidas.

— Oh... ¡Ohh! — Niall sumó dos más dos. Así que los libros que Harry había comprado eran para su hermana, y por un segundo se recrimino por haberse olvidado de todas las dudas que Louis le había planteado después de descubrir que Harry había ido a la librería solo para comprar un montón de tomos de libros para embarazadas.

Por un tiempo, la posibilidad le había quedado rondando por la mente, para después la descartó de plano.

Solo tenía que ser un poquitín observador para notar que Harry le tenía terror al compromiso (nadie que no lo hiciera estaría dispuesto a llevar con tantas ganas guantes para evitar encontrar a su Conectado a cmo diera lugar) y un bebe era definitivamente un GRAN compromiso. Como sea, trato de que el alivio no se le notará mucho en la cara — ¿Así que serás tío? ¿Estas emocionado?

Black Leather  ; nsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora