-Era un cálido día en México, mis padres decidieron que debíamos ir a la playa, yo solo tome mi balón de football, bloqueador y salimos. La playa se encontraba a dos horas del hotel, dos horas que me pase dentro de mi mente...
¿Está mal no sentirme del todo contenta de volver a mis padres? Llevo meses sin verlos, ellos se vinieron a vivir a México por el trabajo de mi papá, a mí me dejaron en Colombia para terminar la escuela, ya solo me faltaba un año y quería graduarme con mis amigos, estaba aquí para visitarlos, una semana antes de reanudar clases, estábamos en el break de diciembre . Por su ausencia empecé a hacerme más independiente, y ahora que estaba de vuelta con ellos no me agradaba que me trataran como si tuviera cinco años, hasta estaban eligiendo la universidad en la que estudiaría sin siquiera preguntarme al respecto... pero ¿Qué puedo hacer? Nada, solo sonreír y pretender que estoy inmensamente emocionada de vivir aquí y pretender que la idea de estudiar en Alemania ya no existe dentro de mí, así estarán contentos, sintiéndose triunfantes por destruir mis sueños.
-¡Llegamos!- Dijo mi madre emocionada, era un lugar bello, como toda la ciudad, tengo que admitirlo, pero aun así, mi mente estaba en estudiar artes visuales en Alemania, no había forma de cambiar eso.
Nos acomodamos de tal manera que yo tuviera espacio suficiente para jugar a dominar el balón con mi papá, nos divertimos mucho, siempre me divertía con él, y en momentos como este, en vez de presionarme como mi madre, lo hacía ver como si estuviéramos de vacaciones y no tomando decisiones que cambiaran nuestras vidas por completo. Mientras jugábamos, unos chicos que se encontraban no muy lejos de nosotros nos observaban, o más bien, me observaban, podía sentir sus ojos clavados en mí, y es que al parecer no se ven chicas jugando al football con sus padres muy a menudo... Intente no perder la concentración, esas miradas me ponían nerviosa, pero si me dejaba llevar por los nervios cometería una de mis épicas torpezas y haría el ridículo frente a ellos, y no me agradaba la idea para nada.
-¡Demonios! Lo siento chicos... - Mi papá golpeo el balón muy fuerte, y por obra y gracia del señor, este fue a dar donde los chicos que nos observaban, uno de ellos se levantó, era como de mi estatura, de cabello oscuro y tupidas cejas, tenía un rostro agradable y una gran habilidad con el balón, cuando vio que iba hacia el no pudo contenerse y empezó a jugar con él, por lo que mi amigable padre lo invito a jugar a él y a sus amigos, el primero y el de piel acaramelada no ocultaron lo contentos que están , mientras el tercero, rubio y de unos ojos cuyo color era difícil de percibir debido a la luz que irradiaban, se mostraba un poco más tímido. En ese momento sentía como mi innata timidez se apoderaba de mí, pero logre controlarla y dejar que saliera de mí mi versión más amigable y simpática, siendo honesta, estos chicos no se veían nada mal y quería poder pasar un buen rato con ellos.
Jugamos por un largo tiempo, primero a dominar el balón, después, cuando mi padre quedo agotado "por la edad", decía él, hicimos equipos y jugamos 2 vs 2, el de cabello oscuro no dudo en tomar al acaramelado dejándome a mí con el rubio, es difícil tener que llamarlos así, pero aunque lleváramos ya bastante jugando no nos hemos presentado todavía. Mi compañero de equipo solo me sonrió, y que sonrisa más bella, tuve que mirar al infinito por un tiempo solo para poder volver a la realidad de la que me había apartado, se acercó y me dijo
-Vamos a acabarlos-
-Por supuesto- Le respondí, y empezó el juego; el marcador termino algo así como 30-24, ganando nosotros, o como nos llamábamos ahora: 'el duo-dinamico'. Nos echamos en la arena exhaustos,
-Estoy agotado- dijo el acaramelado,
-¡¿Agotado de que si me dejaste solo contra estos dos?¡- Replico el de cabello oscuro,
-¡No es mi culpa que ella sea increíblemente hábil con el balón!- A esto se quedaron mudos medio segundo, -Oh por dios no nos hemos presentado, lo siento mucho, yo soy Emre- Dijo esbozando una tierna sonrisa, -Ellos son Christian...- dijo señalando al de cabello oscuro, -Y Felix- extendiendo su brazo hasta el chico rubio que se encontraba a mi lado. Cada uno sonrió al ser presentado, y una vez más, tuve que obligarme a aterrizar el avión en que me había montado la sonrisa de Felix.
-Mi nombre es Laura, y pueden llamarme...creo que pueden llamarme como ustedes quieran cada quien me tiene un apodo diferente de todas formas- Dije sonriendo y levantando los hombros, hacia mis esfuerzo por ser simpática, y funciono, todos rieron.
Seguimos hablando por un buen rato, Felix ya no parecía tan tímido, de hecho nos llevábamos bastante bien, no parábamos de bromear y reír, era increíble lo cómoda que me sentía estando junto a él.
Empezó a oscurecerse el cielo, se estaba haciendo tarde, ¿Para qué? No sé, pero tarde, razón por la cual mis padres empezaron a organizarse para volver a casa,
-Uh Oh, creo que va siendo hora de que me vaya- dije con un tono un poco triste, realmente me estaba divirtiendo con ellos y habría deseado poder quedarme un rato más.
-¿En serio? Y yo que estaba pensando en invitarte a ir a comer con nosotros más tarde...- Dijo Christian sonriendo,
-Supongo que podríamos dejarlo para otro día ¿No?- Ellos asintieron, intercambiamos números y mis padres me hicieron señas de que me esperarían en el auto, me despedí de los chicos y entonces empecé a caminar en dirección al estacionamiento. Ya estaría a unos tres metros de ellos cuando Felix me toma por la mano, salió de él una tímida risa antes de hablar,
-Disculpa, olvidas tu balón- me dijo con el balón entre sus manos, en medio de toda la confusión que me causaba él especialmente, lo había dejado atrás, pero es que era algo incontrolable, no podía evitar sonreír cuando sonreía el, era simplemente hermoso, mi corazón no paraba de dar brincos, de detenerse al ver sus ojos, y de acelerarse ante el más mínimo toque, estaba en otro mundo.
-Oh Dios, ¡gracias! ¿Cómo pude haberlo olvidado?- sonreí y puse mi mano en mi frente para exagerar mi falsa preocupación, y si, muy falsa, no me importaba ya mucho el balón, solo me alegraba tener unos minutos más con Felix, -Ahora te debo un favor- dije bromeando, pero él no parece habérselo tomado a modo de broma
-Entonces supongo que podrías devolverme el favor saliendo con migo un día de estos- dijo sonríente, tímido y sonriente; sentí mi rostro arder en llamas, no pude controlar mí expresión y sonreí ampliamente, agache mi cabeza para evitar que me viera sonrojada, pero aun así se dio cuenta, -Entonces ¿Si?- Dijo sonriendo aún más, algo que yo no creía posible solo unos minutos antes,
-Sí- Dije asintiendo con mi cabeza y cubriendo mi sonrisa con la mano, el hizo un gesto de victoria
-Nos vemos pronto, escríbeme apenas puedas- esto último lo dijo dando unos pasos hacia atrás,
-¡Nos vemos, adiós!- Seguí caminando, a mis espaldas escuche como Christian y Emre bromeaban sobre lo que acababa de suceder.
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A Nivel Internacional
Fanfiction¡Hola a todos! He decidido empezar a escribir un tipo de fan-fic sobre uno de mis jugadores favoritos: Felix Passlack. Es una historia que me he estado creando para ayudarme a aligerar un poco la situación por la he estado pasando últimamente por lo...