Primer pesadilla narrada (La sombra de la soledad)

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¡Uf, qué calor! Creí que nunca volvería a este lugar, siempre que voy entrando al pueblo me entretengo mirando el paisaje desde el autobús, es una zona seca que a los ojos de cualquier otro no tendría ningún valor, pero a mí siempre me da nostalgia cuando veo este paisaje. Ahora recuerdo cuando me escapaba de clases y corría y corría por aquel cerro, o aquel lugar donde por primera vez besé a alguien, y también recuerdo la alegría que me daba al salir de clases. Siempre hacía calor ¡oh sí! todavía está ese puesto de helados para el que reservaba mi poco dinero. Era un verdadero placer de la vida el saborear un helado a esa hora del día, ¡esa hora era un infierno sin un helado decente! Pero basta de recuerdos. Esta vez he venido por una causa. Mientras estaba fuera de la organización sentía una soledad inmensa, sentía que nadie me comprendía y que jamás podría ser completamente sincera con alguien más, que no podría compartir mis ideas y mis pensamientos con las nuevas personas que conocía. Y para eso vine, para volver a encajar en algún sitio.

Mientras voy llegando nuevamente al internado veo nuevas caras, enseguida se les nota que son las nuevas generaciones, este lugar sabe imprimir en nuestras caras y en nuestra forma de andar, caminar y hablar un algo que siempre nos distingue de los demás jóvenes de este lugar. Siempre fue este un inconveniente para un mal comportamiento, ya que enseguida éramos señalado y reportados con nuestros encargados y los castigos en seguida se dejaban venir sobre nuestra persona. A pesar de todo eso no puedo calificar mi vida en este sitio como mala, ya que mis mejores momentos los viví aquí. La rutina es la misma desde que me fui, sin embargo no logro acoplarme a mi antiguo ritmo de vida, parece que el haber estado fuera tanto tiempo me ha afectado.

Mientras deciden que van a hacer conmigo me han puesto a hacer las mismas actividades que los demás. Me avergüenza bañarme como siempre lo hacía, temo que juzguen las nuevas marcas que me hice mientras estuve fuera. Me retraso a propósito para que nadie más esté en las regaderas mientras me baño, y la encargada me regaña como siempre por ser de las últimas, al parecer algunos hábitos nunca cambian 😂😂😂

Mientras desayunamos me siento excluida, no sé de qué puedo hablar con ellas, si empiezo a decir algo temo no poder agradarles. Además ellas han tenido muchas nuevas experiencias sin mí, ahora platican de una boda a la que no fui, o de algún evento en el que no estuve. A pesar de que creí que en este lugar no estaría sola sigo sintiéndome aislada.

Esto es básicamente mi culpa, ya que fui yo quien decidió que lo mejor sería irme. Que en este lugar nunca podría alcanzar mis metas, pero ni siquiera tenía una meta. En fin, mi vida es un desastre y siempre estoy tomando malas decisiones de las que nunca me quiero responsabilizar. Siempre queriendo que los demás solucionen mi vida, porque no me enseñe a mí misma a resolver mis problemas y porque mis inseguridades frecuentemente me atacan. Por más que imploro no me dan tregua, a cada paso que doy me siguen. Por más razones que les de no se rinden, y la necedad siempre les da nuevas ideas para echar abajo todas mis razones. Es esto en verdad tonto, dejarse manipular por ideas sin sentido, pero es el resultado de haber dejado de lado el estudio y darle paso a la ociosidad. 

Ahora recuerdo también, siempre estuve sola, desde que vivía aquí apreciaba mucho estar sola. No me importaba que nadie más regresara conmigo al internado. A veces decía que todavía tenía cosas que hacer para que no me esperasen a la hora de salida.  Supongo que ya puedo estar más tranquila. Porque esta sombra que siempre me persigue, fue y será mi fiel compañera. Al menos ella nunca me traicionará (espero que no lo haga). Y mientras se decide nuestra suerte nos entretendremos pensando en lo seductora que es la muerte. Al final no supe desde cuándo, ni cómo ni dónde empecé a amar la dulce soledad de la muerte 💀💀💀

Sueños y pesadillas  de una chica atolondradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora