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-¿Qué quieres Emanuel?-eleve un poco más la voz-acaso no tienes idea del horario, la gente trabaja querido no vive atreves de la fortuna de sus padres como vos.

-no es tu casa mi amorsito pero bueno hagamos de cuenta que te creo-dijo en una voz burlona.

-pues fíjate que si trabajo y vivo por mi propio sudor, chau Emanuel no vuelvas a llamar no quiero saber de vos.

-para no cortes, te extraño mi sofi, te extraño, vivo el mundo a oscuras desde que te fuiste, vuelve por favor.

-no soy más tu Sofía, no quiero saber más de ti hazme el favor de no aaparecer en mi vida devuelta.

Después de ese llamado no logre dormir. Sonó el despertador y cuando me mire al espejo me devolvió una imagen de una chica que no había pegado un ojo en toda la noche y su cara con chispas de tristezas.

Luego de una buena dosis de cafeína y chocolate logre concentrarme en el trabajo y tratar de pasar el día ignorando las llamadas de Emanuel.

Por fin había marcado las 5 de la tarde mi maldito reloj y podía marcharme a mi casa.

Cuando iba saliendo en recepción vi una silueta conocida pero no le di importancia y seguí mi camino hasta la salida hasta que la misma voz que no me dejo dormir me llamaba.

-SOFIA espera-me di vuelta con mi peor cara

-¿Qué quieres?

-linda manera de saludar a tu novio

-¡hace más de un año que estamos separados Emanuel!-dije elevando la voz

-ven acá, deja de gritar que nos miran-me agarro bruscamente

-suéltame y entiende de una vez que no quiero saber nada de vos-estaba a punto de largarme a llorar pero no podía permitir que me viera indefensa.

-pues ve que no se me da la gana zorrita-me apretó más fuerte el brazo-quieres librarte de mí para poder estar con mil chabones (en Argentina se lo denomina chabones a los hombres o jóvenes) que puta eres, debería darte vergüenza pero conmigo aprenderás por las buenas o por las malas.

-para por favor-solloce

-como te atreves a tratar así a una mujer-en un abrir y cerrar los ojos me encontraba en vuelta en los brazos de mi jefe.

-ahora atrapaste a este incrédulo si que eres rapidita.

-aléjate de ella o te la veras conmigo.

-hoy me voy pero no será la última vez que me van a ver.

Vimos como Emanuel junto a los de seguridad desaparecían y el señor precia me llevaba a su despacho.

Una vez que llegamos me deposito suavemente en el sillón y me alcanzo un vaso con agua.

-¿estás bien Sofía?

-si gracias señor precia pero debería irme ya, toda esta situación me puso muy incómoda.

-no hay manera que te deje ir sola.

-le agradezco pero no puedo permitirme esto.

-dime Ezequiel Sofía por favor y acepta por favor.

-de acuerdo Ezequiel acepto que me lleves a casa.

En el trascurso del viaje hubo un silencio muy agradable, hasta que recordé que no habría nadie en mi casa y estaría sola y mi apartamento no esta listo todavía.

-Ezequiel me harías el favor de acercarme a algún hotel en mi casa no se encuentran mis padres y no me apetece estar sola con Emanuel suelto por acá.

-de ninguna manera-lo mire desconcertada-te llevare a mi casa y podrás descansar segura.

-no de ninguna manera tu eres mi jefe y eso no es correcto.

-acepta por favor te podre mantener a salvo por un rato.

-solo por hoy, mañana volveré aunque no haya nadie en mi casa.

-gracias Sofía.


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⏰ Última actualización: Oct 02, 2016 ⏰

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Mi jefe¿un amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora