No somos perfectos, pero tampoco no es lo correcto y maltratar y humillar a otras personas para ser superiores a otros o sentirse mejores que otros. No soy perfecta, ni pretendo serlo, solo quiero compartir una parte de mi corazón, alma y mente. So...
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Te extraño.
No sé si los fantasmas existan pero, te has convertido en uno en mi mente. Te respiro, te siento, te pienso cada segundo de mi vida. Puedo sentir tus dedos tocando mi piel todo el día, paro en seco y abro los ojos dándome cuenta, que estoy sola en la habitación y que solo es la imaginación haciéndome una mala jugada. Me levanto de la cama y me observo en el espejo, mi cabello desordenado, la piel seca, mis ojeras se asoman y es señal de no dormir por pensarte tanto. Pero dime, ¿Qué hago? Si tengo inquietud de tenerte cerca y besar esos labios que me han hecho tanto daño, en tan poco tiempo. Frente del espejo no soy más que un cuerpo sin alma, sin corazón a quien latirle. Soy una persona de papel que respira por respirar.
Como te necesito, pero me lo callo. Como te extraño, pero como lo silencio. Como te deseo, pero lo retengo. Como te amo, pero como lo niego todos los días. Todo esto me vuelve más loca, cada día que pasa es algo como un laberinto y los caminos cambian antes de encontrar la salida, empiezo desde cero otra vez. Como cambiaste mi vida en tan solos unos meses, como me jodiste en tan solos ciento veinte días y lo seguirás haciendo sin hacer nada. Que cruel realidad estoy viviendo. Me convertiste en una esclava de tu cuerpo, esclava de tus besos, de tus dedos en mi piel, esclava de escuchar tu voz.
Estoy ciega, lo sé pero, no puedo hacer nada por cambiarlo. Pero, es que no lo quiero cambiar, eses el pecado que me condena. Soy masoquista, pero cuando se trata de ti, no importa. Tus ojos los tengo grabados en mi mente, en la manera en que ellos me atrapan y me hacen ser una pecadora. ¿Qué más quiere que diga? Si la sentencia está escrita y promulgada. Te extraño con fervor. Quiero estar en tus brazos, quiero que me beses. Extraño hablar, te extraño y no entiendo porque tan repentino sentimiento. Créeme que no lo entiendo, si durante este tiempo no lo he hecho, te pienso pero sin extrañarte. Solo quiero sentir lo que antes no lo veía como un pecado y que era una realidad. ¿Me extrañaras? No, no lo haces. ¿Me pensaras? No creo.
Se tu respuestas, más no se las mías. Así sabrás de qué manera te has colado en mi vida.
