Las Pruebas Del Amor

Vecinos

Al terminar la clase me fui para mi casa. Mi mamá estaba algo estresada y yo no sabía por qué.
-vienen todos los vecinos a cenar- dijo mi madre mientras yo me sorprendí pues llevabamos viviendo en aquel lugar un año y medio (desde que inicié mis estudios universitarios)  y aun no le había dirigido ni la primera palabra a alguno de mis vecinos.
-Mmm que bien, si me necesitas estaré en mi cuarto- dije subiendo las escaleras, pero mi madre me exaltó.-No señora, hija debes estar presente en una situación tan importante como esta- me miró con culpabilidad.
Sin decir alguna palabra me devolví a la parte inferior de la casa y me senté en una silla.
Empezaron a llegar los vecinos, gente alegre, lo cual me molestaba pero era bueno cambiar de ambiente. Algunos de ellos traían comida, otros pequeños obsequios de "bienvenida" lo que era raro porque llevabamos viviendo mucho allí, pero el obsequio que más me gustó fueron una bellas flores que vi desde la ventana, no observé quien las traía pues estaba loca por esas hermosas flores blancas (desde pequeña me han encantado las flores y más si son blancas o de colores muy suaves). Entró a la casa aquel joven apuesto que vi por primera vez ese día en mi clase de canto, me intimidé tanto que decidí subir y encerrarme en mi cuarto. ¿Como era esto posible? No lo había visto ni una sola vez por mi barrio. Me recosté en la cama y dormí.
-Hija despierta- dijo mi mamá - debes bajar a comer algo-.