10.- La guerra comienza. {Parte primera.}

7 2 0
                                    

Hubiera deseado no bajar las escaleras, hubiera deseado no salir de la cama y hubiera deseado no entrar al salón.

Puede que este soñando. Seguro, estaré soñando. No, no puedo estar soñando.

Justo delante de mi, se encontraban Phoebe sobré sobre Connor- al menos vestidos- sobre una mecedora, analizando sus bocas.

Connor alzo la mirada encontrándose con unos dardos enviados desde mis ojos. En menos de un segundo, Phoebe se encontraba a su lado de pie sonrojada y el columpiandose en la mecedora.

No tenía humor para esto. No tenía humor para nada.

-¿Que hace esa mecedora aquí?.- me cruce de brazos provocando más tensión aún de la que existía.

-Phoebe la trajo.- la señalo mientras ella sólo esbozaba una tímida sonrisa.

-Si, la encontré en un mercado junto a la costa y la compré. Os quería regalar algo, para adornar esta casa. Aunque...- miro a su alrededor.- esta bastante adornada y con buen gusto.- no se si lo decía para apaciguar mi ira, porque lo pensaba de verdad o ambas cosas.

-¿Que haces tu aquí?

-He venido a visitar a Connor.

-¿Por la noche?

Asintió.

-Connor, nada de extrañas en casa.

Esa frase lo trajo de vuelta a la realidad.

-¡¿Extraña?!

-La casa es mía y no la conozco. Extraña.

-Perdona... ¿me conoces?

-Cielo... ¿cuantas veces hemos hablado?.- negó con la cabeza.- una y eso no nos convierte en amigas. Desconocida.

-¡Chloè, no te pases!

-Calla.

-No, no m- no pudo acabar la frase cuando una zapatilla le dio en el estómago.

-Connor a la cocina, y tu- mire a Phoebe- vete.

Fui a la cocina con Connor detrás mío.

-Te has pasado...

-Perdona, si nada más despertarme en MI casa encuentro a dos montandoselo en MI salón encima de una misteriosa mecedora. A las nueve y media de la mañana.

-No tenías porque hablarle así.

Ignore sus palabras y saque un cuaderno y unos bolígrafos.

-Vamos a hacer diez normas; cinco yo, cinco tu. Estas normas serán inquebrantables. Serán las principales, lo que quiere decir que si más adelante queremos añadir alguna nueva, se podrá.

Asintió.

-Primera norma; visitas sólo durante el mediodía y la tarde. Si queréis hacer cosas por la noche, tenéis su casa, un hotel e incluso el coche. Esta casa también pero, mientras yo no este. Si no hay nadie que duerma aquí, no pasa la mañana aquí, eso esta más que claro.- aclare mientras escribía y le pase el cuaderno a Connor que, eligió un boli azul.

-Segunda norma, cada uno duerme en su cama.- alcé mi ceja incrédula.- O tu pasas a mi casa o yo a la tuya por equis razones. Cada uno en su cama.

- Has derrochado una de tus cinco normas, inglés tonto.
Tercera norma, cada uno se encarga de sus tareas y habitación. Ya discutiremos los pagos y la limpieza de la casa más adelante. Cada uno ordena su habitación. Y hace sus tareas a no ser que haya pasado algo excepcional y el otro deba hacer las tareas de la otra persona. Tenemos que ayudarnos entre nosotros.

-No se podrá participar en la "guerra de parejas" en casa. Nada de bromas. La casa es para relajarse.- asentí, había resuelto una de mis dudas. De mis gran dudas.

-Tema comida, todos los martes y sábados se hará la compra. Un día puede ser compra conjunta, el sábado. Y otro compra individual, un miércoles va uno y al siguiente otro. Así los sábados, no hay uno que se queda sin hacer nada.

-Nada de ruido por la noche. Si se quiere ver la tele ó escuchar música, baja. Y no andar de un lado para otro.

-Obviamente, celebraremos fiestas. Fiestas, que sólo podrán celebrarse los viernes y los sábados por la noche.

-Siempre tendrá que haber gran variedad de alimentos en el frigorífico.

-¿Sabes que no te vas a morir de hambre?

-Ya sabes porque lo digo. Tengo un agujero negro en el estómago.- negó sonriendo, haciéndome sonreír a mi también.- Continúa Chlo.

-Cumplir las normas.

Alzo una ceja.- Tu cerebro ha dejado de producir neuronas.

-No he desayunado, idiota.- dije con voz burlona haciéndole muecas. Sólo rió.

-A la hora de lo de la "Guerra De Parejas", no pasarse. Es decir, no hacer bromas o cosas que puedan herir a la otra persona de verdad.- Asentí, se daba por dado pero mejor que quedase reflejado.

Ambos firmamos y nos pusimos a dibujar chorradas.

-A cumplirlas.- Asentimos.

Y ahora estaba a punto de comenzar la GDP

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Y ahora estaba a punto de comenzar la GDP. Estábamos todos sentados alrededor de una mesa, cada cual sentado junto a su respectiva pareja.

Dreams can come true.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora