Unik

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Harry

En un dia tan hermoso.... porque tiene que haber tanto calor?

-¡Por Favor Hazz! ¡Quiero un helado! ¡Hace mucho calor!- Gritaba Gemma, mi hermana menor, por toda la casa solamente para que nuestra madre Anne escuchara, y me obligara a llevarla donde ella quería.

-Gemm ya callate, te he dicho que no me gusta salir, y menos contigo, haces mucho ruido-resopló.

-Por favor. Te lo suplico, vamos una sola vez y ya.... please..

Dicho y hecho. En menos de 5 minutos ya habían llegado a la heladería más cerca de la casa y del parque. Una vez dentro la niña corrió hacia la vitrina donde están los helados de todos los sabores, y harry tuvo que seguirla por miedo a que se cayera.

De un momento a otro cuando menos se lo espera, se choca con alguien que cayó al suelo.El ruloso ayudó rápidamente a quien se había caído.

-L-lo s-ien- no pudo decir más por miedo a que se le cayera la baba. Había chocado con la cosa más hermosa que ha visto en la faz de la tierra: ojos azules con el mismo cielo, una nariz y boca que cualquier escultor querría para sus esculturas y un cuerpo que aunque no se podía ver, era obvio que era perfecto.

-Ay lo siento, no te he visto- se sonrojó

-No, no. Ha sido toda mi culpa-los dos sonrojados, los músculos del vientre de harry se encogieron. UN PUTO RECORD. Ya tenía una erección como la Torre del Oro y simplemente lo había sonrojado.

- Tengo que marcharme, mi hermana se ha ido a escoger el sabor y tengo que pagar-rió entre dientes y el muchacho sonrió. Ahí abajo dolía.

-Yo tambien voy para alla, si quieres te atiendo?

-Me parece perfecto.

Harry se fijó en que en el traje del castaño ponía su nombre en una plaquita : Louis. «Que nombre más hermoso, para alguien tan perfecto» pensó el ruloso.

- De chocolate! Hazz!-dijo la hermosa niña mostrando sus dos faltantes dientes de alante.

-Agh, pesada, vale-Louis sonrió y preparó el helado que Gemma quería.

-Y tu? Que salor deseas?- dice el castaño luego de atender a la pequeña.

-Del sabor de tus labios-digo mirándolo pícaramente haciéndolo sonrojar.

-Okay, entonces.... pequeña quedate aca que le voy a enseñar algo a tu hermano-le dice a Gemma en el oído y no logro escuchar. Gemma asiente.

Louis agarró a Harry de la mano y lo arrastró a una habitación con un escritorio y una silla.

-¿Qué hacemos aquí? -Preguntó en tono inocente Harry y Louis gruñó.

-Te he visto la erección y tu a mi no -se señaló el pantalón con la cabeza.

Louis tiró los papeles del escritorio y subió a Harry en él y se hizo hueco entre sus piernas, para después atacar a su boca. Ambos chicos habían empezado una guerra de lenguas. Harry tocaba la espalda y el magnífico culo de Louis mientras se besaban.

Varios minutos después, el castaño descendió desde la boca del rulos hasta llegar a su cuello, no sin antes besarle, lamerle,marcarle y morderle la mandíbula. Lo único que Harry podía hacer era gemir en voz baja. Louis le quitó la camiseta y lo tumbó en el escritorio, y comenzó a besar su torso, parándose para  morder los pezones del otro.

-Louis, hazlo ya, por favor... -Dijo Harry entre gemidos.

-Encantado de hacerlo.

Louis se quitó su camiseta y pantalones y el de Harry también, quedando ambos en calzoncillos. El ruloso pudo notar que el miembro del castaño era gigante, ya que sobresalía bastante de los boxers. Harry, desesperado, se quitó los suyos y se chupó un dedo y presionó en su propia entrada, ante la mirada atenta de Louis, que se comenzó a masturbar. Cuando Harry se vió preparado, metió el dedo hasta el nudillo y cuando se acostumbró a él, empezó a girarlo y agregó otro más. Louis, celoso, sacó los dedos y alineó su pene con la entrada ya lubricada de Harry.

-Hazlo ya, joder.

Y entonces Louis le hizo caso: entró en él suavemente y besó a Harry desesperadamente, mordiéndole los labios.

-Muévete, Lou.

-No me llames Lou.

Después el castaño se movía bruscamente, mientras Harry estaba perdido en un mar de jadeos y gemidos. Louis agarró su miembro y lo comenzó a masturbar al ritmo de sus embestidas. Poco después, ambos estaban a punto de llegar al climax.

-Ah, Lo... Louis, me corro, ahm...

-Yo también, precioso.

Y con esas palabras ambos se corrieron soltando un gran grito.

Misteriosamente Harry le gustaba mucho el helado, después de unos meses empezaron a salir y se mudaron juntos, a un piso en Londres.

Diez años después de ese día, se daban el sí acepto.


FIN

FIN

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Espero les haya gustado.

xNx


Helado De Tus Labios °ls°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora