Mi nombre es Sofía.
Tengo 17 años.
Voy a la secundaria.
Soy morocha y mis ojos son verdes. Suelen comparar mi pelo con el azabache y mis ojos con el pasto, pero a mí no me gustan esas comparaciones, prefiero decir que soy única.
Soy muy coqueta, adoro la ropa; combinarla, elegirla, posar con ella, en resumen, todo.
Vivo con mi mamá y mi hermana mayor, Celeste, en New York. Ella tiene 22 y se llama Celeste por el color de sus ojos, aunque irónicamente mi mamá tiene ojos marrones, y nuestro papá los tenía marrones también.
Mi papá se mudó a España por trabajo, y sigue vivo. No me gusta hablar de el en presente porque siento que nos abandonó, que por trabajo y la oportunidad de viajar nos dejó tiradas. Mejor hablar en pasado.
Mis mejores amigas se llaman Julieta y Martina. Son lindas pero algo tontas. Se podría decir que soy la cabeza de mi grupo.
Me dicen que soy sarcástica y un poco arrogante. Quizás tengan razón. No lo sé, lo único que sé es que me gusto como soy y no estoy dispuesta a cambiar.
(...)
Hoy es lunes, lo que significa que tengo escuela. Me paro, me desperezo y me lavo la cara con agua fría. Me parece una buena forma de despertarme.
Automáticamente, abro mi closet. Elijo un sweter blanco de hilo bastante grueso y abrigado y un jean azul oscuro. Me pongo botas marrones, y acomodo mi pelo hacia el costado.
Me pongo rímel, suave sombra en los ojos, rubor, y un suave pintalabios rosa con un poco de brillo.
Me como rápido unas tostadas, agarro mi mochila y salgo de casa.
En 10 minutos llego a la escuela. Es raro, se escuchan murmullos desde la entrada, algo sobre alguien nuevo, o algo así. Aún así, cuando entro se hace el silencio. Es una costumbre, yo entro, silencio.
Enseguida llegan Juli y Martu y se ponen detrás de mi. Suena la campana y caminamos hacia el aula. Antes de llegar, me tropiezo con un chico de un año menos.
Me mira a los ojos y me dice:
-Lo siento, yo lo junto.
Sus ojos verdes, más oscuros que los mios, tienen un deje de diversión y si cabello rubio brilla cuando se agacha a recojer mis libros, que tenía en las manos, preparada para clases.
Cuando se levanta me dice:
-Mi nombre es Sebastian.
-Mi nombre es Sofia- digo extrañada.
-Entonces, nos vemos, Sofi- me guiña un ojo y se va.
Bufo, y sigo caminando. Debería tener más cuidado.
Cuando llegamos, el profesor anuncia la llegada de un nuevo alumno. Ruego en mi cabeza por que no sea Sebastian, aunque es un año menor, o eso creo.
Por suerte, quien entra por la puerta no es Sebastian, sino una chica que ne es familiar. Su cabello es rubio, con ondas y sus ojos son verdes.
Ella entra sonriendo.
-Hola, mi nombre es Marina.
- Buenos dias, Marina, puedes sentarte junto a Sofía.
NO. Yo me iba a sentar con Martina, pero esta se fue a buscar unos libros por pedido del profesor. Seguro que la mandó a propósito.
Sonrió falsamente, y el profesor agrega:
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Intentando ser yo
Teen FictionSofia es morocha de ojos verdes con un toque azul. Indudablemente, ella es muy bonita y tiene muchas amigas. Tiene 17 y vive con su mama y su hermana. Es solo una chica popular del colegio hasta que unos extraños le muestra realmente como es: ¿De ve...