Capítulo #01: No tengo hambre.

1.2K 37 6
                                    

Como de costumbre, cuando llega la hora de cenar le invento mil excusas a mis padres con el fin de no probar bocado alguno. Debo tener en cuenta siempre que: Para tener el cuerpo perfecto no debo ingerir la cantidad de grasas y calorías que sirven cada noche sobre la mesa de mi comedor. Nadie quiere a una chica con gorditos, estrías, celulitis o kilos de más, y pues... esa soy yo.

-¡Clare! -ahí está, ese grito perturbador que me tortura cada noche a la misma hora. La cena.

-¿Qué pasa, mamá? -pregunté al bajar las escaleras, aunque ya sabía a que venía ese grito.

-Baja ya, es hora de comer. -ordenó.

-No tengo hambre, ya me comí algo.

-Dije: "baja ya, es hora de comer" -repitió arrastrando cada oración entre dientes. 

Las miradas amenazantes de mi madre cada vez que le llevo la contraria son tan intensas que opte por terminar obedeciendo. Con un sonoro chasquido de lengua y no sin antes poner los ojos en blanco -mi especialidad- baje las escaleras y tomé asiento frente a la amplia mesa repleta de varios platos de comida: Ensaladas, pollo al horno, y diferentes tipos de platos que para mi solo representan kilos, gorditos y más celulitis.

¿Es tan complicado para mis padres procesar el hecho de que no tengo hambre?

Aunque he de admitir que si se me antoja una gran barra de chocolate blanco con nueces a avellanas.

De repente un agudo sonido interrumpió mis deliciosos y provocativos pensamientos. El timbre.

-¡Clare, ven a ver quien vino a visitarnos! -gritó mi madre desde el otro lado de la sala.

Esta mujer no se sabe otro nombre.

Puse los ojos en blanco y me encamine hacia el lugar de donde provenían los gritos de mi madre. La puerta. Mientras caminaba comencé a imaginar de quien se trataba, muy dentro de mi rogaba que no se tratara de la abuela, que cada vez que me ve se encarga de hacer trizas mis cachetes, o del tío, Juliano, que siempre me pregunta por mis novios sabiendo que estoy mas sola que una ostra, o peor aun, mi tía, Pati... No, mejor ni la nombro, ella si que es molesta. Al llegar a la puerta lo primero que divisé fue a mi tía, Claudia saludando a mi madre y junto a ellas se encontraba su hija, Tessa, quien -según mi opinión- es muchas veces peor que la abuela, el tío, Juliano y la tía, Patricia juntos.

Tessa es esa clase de chica que todas desearíamos ser y es precisamente eso lo que me hace odiarla tanto: Ondeado y largo cabello castaño, piel ligeramente bronceada, profundos ojos grises con pestañas largas y voluminosas, dientes perfectamente alineados, y, como no, un cuerpo de modelo que hace que todo lo que use le quede de maravilla.

En definitiva, la odio.

-Tía ¿Cómo está?, cuanto tiempo, -pregunté esbozando una sonrisa.

-Hola, cariño, yo estoy muy bien, gracias por preguntar. -respondió dándome un abrazo.- ¿Y tú?

-Bien gracias.

-¿Estas comiendo bien?, te noto más delgada. -preguntó preocupada.

Y aquí vamos de nuevo. Esta mujer se aparece una vez al año y quiere que siga igual que la ultima vez que nos vimos.

-No. Es una guerra constante hacer que se coma un plato de comida.-respondió mi madre a lo que yo puse los ojos en blanco fastidiada. Si es por mi madre se enteran todos los habitantes del planeta tierra de los problemas familiares.

-Prima, ¿Cómo te ha ido? -cambien rápidamente de tema- también tengo tiempo sin verte. -murmuré con una falsa sonrisa.

-Últimamente he estado un poco ocupada. -respondió esta con toda normalidad.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Aug 13, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

El cuerpo "perfecto" (Lesbian) [PRÓXIMAMENTE]Where stories live. Discover now