Al Final, No Era Mia.

ESPERANDO...

Llegue a la cima... Y allí estaba ella, esperándome, como siempre.
Yo no entendía lo que pasaba.
Porque ella estaba allí?
Porque me esperaba?
Sin darme cuenta, ya estábamos en la dulce oscuridad y bajo la luna tan brillante de aquella noche.
El sol ya se fue,
Al igual que mi idea de irme a mi hogar.
Ella estaba conmigo, eso para mi, ya era mi hogar. Ella era mi hogar, mi dulce hogar.

Nos sentamos donde hablamos en la primera vez que quedamos, y ella me explico. Me explico todo lo que mi cabeza no comprendía.
Pero antes de eso, salieron cinco palabras de su delicada boca:
-Te amo, nunca lo olvides.-
Después hizo una pausa, y en unos segundos, continuo relatando me lo que me quería contar.
-Lo siento si estuve tan distante contigo, con todos. Tu sabes que solo vivo con mi madre, ya que mi padre, falleció hace dos años...
La cosa fue, que mi madre murió. Yo acababa de llegar del colé contigo, y me acompañaste. Subí a mi casa, y nadie me abría la puerta, por suerte, llevaba llaves de recambio conmigo. Abrí la puerta, y no estaba nadie, ni en la cocina, ni en el baño, ni en la sala...
Ni si quiera estaba ella en la habitación, allí, solo se hallaba una nota la cual decía: Venga al hospital central de la ciudad. Habitación 216, piso 2.- después se callo. Yo le agarre muy lentamente el hombro, impulsando mi fuerza para transmitirle mi apoyo. Ella asintió con la cabeza, y supe que sabia que la apoyaba. Entonces continuó:
-Esa nota había aclarado en donde se encontraba ella, pero no todas las preguntas que yo tenía. Deje la mochila en mi habitación, y salí corriendo hacia allí, hacia el hospital. Cuando llegue pregunte por la habitación 216, piso 2. Me indicaron donde era, y subí... Llegue arriba, en la puerta ponía 216, tuve miedo de entrar, pero tenia que verla, y entre sin pensármelo. Me sorprendí, mi abuela estaba allí, sentada en una de las sillas de la habitación, agarrando la mano de mi mamá, y llorando al mismo tiempo.
Me acerqué... Tenia miedo... Esa situación... Esa escena, me ponía deprimida, y me uní a llorar con mi abuela. Le di un abrazo de espaldas, ella no soltaba la mano de mamá, eso me preocupaba. Le pregunte que pasaba. Ella se quedo en silencio, yo respete su silencio, sin cesar de caer lágrimas desde mis ojos asta pasar mi nariz y caer en mi boca en forma de agua salada. Pasaron unos minutos, y una enfermera entro. Yo aún no sabia nada, nadie me lo explicaba. La enfermera, nos miro, su rostro cambio a uno mas triste y serio. Empezó apagando todos los aparatos enchufados a mi madre, y le tapó con una manta desde los dedos de los pies, asta la ultima punta de su cabello marrón. Antes de irse, nos suplico que saliéramos de la habitación, y que lo sentía mucho por lo sucedido.
Nadie me explicaba nada, pero en mi mente ya me estaba formando yo misma, la respuesta hacia mis preguntas. No podía ser... Mi madre había muerto! Y si... Estaba en lo correcto- se le cayo unas cuantas lágrimas y suspiro - Mi abuela se había calmado, y entonces me lo explicó. Sus palabras fueron pocas, pero me lo aclaro: tu madre estaba cruzando la carretera, y un conductor borracho, la atropello. El vecino me llamo, y yo vine desde Madrid para verla. Llamamos a la ambulancia, pero no tenían muchas esperanzas. Entonces la abrace... Y le pregunte que pasaría conmigo. Le salio una sonrisa, me comento que me iría a vivir con ella, en Madrid. Yo no estaba muy contesta, la quería mucho, pero... Aquí estabas tu... Toda mi vida.- me agarro de la cabeza y me beso en la frente cuidadosamente- me comportaba distante, porque tenia que dejar de estar el día contigo... Porque cuando me fuese... Que aria allí sin ti? A quien hablaría? Con quien quedaría? A quien le llamaría a las tantas de la noche?- y termino de hablar con lágrimas, yo la abrace, y le dije que todo estaría bien. No podía decirle que en vacaciones iría a verla y yasta, eso seria poco. Y las dos lo sabíamos...