-4-

85 4 0
                                    

Continuamos hablando por días y días, nos contábamos que hacíamos, que pensábamos o a veces terminamos hablando cosas sin sentido, y de vez en cuando, había un sutil coqueteo entre ambos. Me estaba empezando a gustar hablar con él. 

A él le encanta llevarme la contraria, le fascina... Si yo digo "no", él dice "si" y así sucesivamente y se torna en un juego divertido y tonto.  

Alma negraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora