La noche y el atardecer me recuerdan a él.
Las luces de la ciudad que se ven a lo lejos, ese viento peculiar que acaricia mi rostro, todo ese conjunto de cosas insignificantes, que de alguna u otra manera, me hacen pensar en él.
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La noche y el atardecer me recuerdan a él.
Las luces de la ciudad que se ven a lo lejos, ese viento peculiar que acaricia mi rostro, todo ese conjunto de cosas insignificantes, que de alguna u otra manera, me hacen pensar en él.