Radioactive

Prólogo

Diez años habían pasado ya desde aquel accidente, una radiación desconocida, mas potente que cualquiera imaginable, había cubierto la tierra durante unas horas, suficientes para matar y deformar a muchas personas y animales, otras en cambio no se vieron afectadas. Sin embargo, este incidente causó un efecto diferente en los niños de todo el mundo, otorgandoles poderes, cosa que algunos adultos vieron como ''un regalo de los dioses''.

Aun así la avaricia puede superar a la bondad, al fin y al cabo, son humanos. Podrían corromperlos hasta convertirlos en sus marionetas y usarlos como armas, a estos niños les dieron el nombre de ''radioactivos'' ya que eran extremadamente peligrosos. Y, por otro lado, estaban los ''salvadores'' los cuales la gente tomaba como superheroes. Aun así, no todos los poderes eran como pensaban, superfuerza, invisibilidad... No, algunos de estos niños podían simplemente alargar diferentes partes de su cuerpo, otros, abrir grietas en la tierra con tan solo morderse las uñas.

Pero sin lugar a dudas uno de los más peligrosos pertenecía a una joven llamada Rose, líder del escuadrón principal de los radioactivos, pues bastaba que una gota de su sangre tuviera contacto con la piel de una persona para así llegar a controlarla, obligandola a matar a su compañero, a unos civiles o incluso llevando a dicha persona al suicidio.

Por otro lado, Leo, el líder de los salvadores, era un joven con una habilidad típica, superfuerza, pero un ego más grande que su propio poder, pues todo el mundo lo alababa y confiaba en él para salvarlos de los radioactivos, quienes buscaban un mundo en el cual solo existieran personas como ellos.

Ya fuesen los radioactivos, usados como instrumentos, o los salvadores, a los que se veneraba y, a la vez, exigía lo innombrable, no eran más que niños, a los que se les había arrancado de la inoncencia de la juventud y obligado a entrar en un mundo de muerte y destrucción manejados continuamente por los adultos.