Una noche de estudio.

Capítulo único.

Itona observaba divertido la extraña situación que se desarrollaba justo frente a él, era simplemente hilarante que su supuesta sesión de estudio haya terminado en un enfrentamiento entre los dos estudiantes más sobresalientes de la clase 3-E.

–¡Te dije que estudiaríamos Matemáticas!–Karma miraba furioso al peliazul frente a él.

–¿Qué? ¡Por supuesto que no me lo dijiste! Si lo hubieras hecho seguramente lo habría anotado en alguna parte–Shiota intento hacerse el desentendido y le resto importancia al asunto.

–¿En serio? Estoy seguro de que te vi escribir algo esta tarde después de hablar con Karma sobre nuestra reunión–Itona reprimió una sonrisa al notar la mirada asesina que Nagisa le dedicó al escucharle hablar.

Sin perder el tiempo, el pelirrojo tomó la mochila de su mejor amigo y empezó a revisar sus cosas, ignorando las quejas del mejor asesino de la clase y esquivando todo lo que el chico le lanzará, las risas de Horibe podían escucharse por toda la casa de el serviría de tutor para los menores.

–¡Karma! ¡No toques mis cosas, idiota!–El rostro de Nagisa palideció al notar entre las manos de su amigo un trozo de papel que obviamente provenía de una libreta de matemáticas.

Las quejas, súplicas y el sonido de cosas romperse contra la pared de la habitación se detuvieron al instante y poco después las carcajadas del albino también cesaron, la expresión de Akabane Karma empezó a preocupar a Horibe y Shiota.

Una lenta y escalofriante sonrisa se hizo presente en el rostro del más sádico de la habitación momentos antes de que doblara el papel y lo guardará en uno de sus bolsillos.

–Muy bien, dejaremos las matemáticas para otro momento, será mejor que nos concentremos en ciencias–Una expresión de horror se plasmó en el rostro de Itona.

Existe la leyenda de que en la residencia Akabane se pudieron escuchar gritos de dolor y chillidos escalofriantes durante toda esa noche, Karma era un sádico espartano cuando le daba por hacer de tutor de sus amigos, sin embargo las torturas del pelirrojo no pudieron apartar la curiosidad de uno de los chicos.

Después de que Nagisa cayera dormido después de tres horas de tortu... Estudio, el albino miro al contento pelirrojo, quien le dedicó una sonrisa burlona, tan característica de él.

–¿Sucede algo, Itona-kun?–El aludido afiló su mirada al escuchar el tono de burla del genio matemático.

–¿Qué decía en aquel papel? Ese no era del que hable–La sonrisa del más alto no hizo más que crecer al recordar lo que allí leyó.

Increíblemente Karma le entregó la nota al albino, lo que allí el chico observó lo dejo completamente perplejo.

"¿A qué te refieres con eso de que no puedes verme como algo más? Por lo menos podríamos intentarlo, Nagisa" la letra de Kayano era bastante reconocible para todos los que estudiaran con la chica, después de todo ella era la encargada de escribir los avisos y carteles que colgaban fuera del salón.

Sin embargo no fue eso lo que le sorprendió, era más que obvio que la chica estaba enamorada de Shiota, lo que dejo a Horibe Itona anonadado fue la que parecía ser la respuesta del chico que dormía a pocos pasos de ellos.

"Lo siento mucho, no puedo verte como algo más que una amiga y dudo que algún día eso pase y tu sabes perfectamente que se debe a que me gusta un demonio" una risita divertida escapó de los labios del demonio en cuestión, porque sólo Karma era conocido como un verdadero demonio en su clase, después de Koro-sensei definitivamente ese chico era el mayor peligro para la humanidad.

El albino suspiro después de salir del shock y le dedicó una mirada de lastima al peliazul que dormía plácidamente ignorando los malignos planes que seguramente se estaban formando en la maquiavélica mente del pelirrojo.

Karma siguió la mirada de Itona y su sonrisa se suavizó al notar la pacífica expresión de su mejor amigo, Nagisa era un tonto por no darse cuenta de que él llevaba mucho tiempo sintiendo algo similar.

Todavía recordaba lo aturdido que se había sentido las veces en los que su pequeño amigo se había visto obligado a usar ropas de chica y los celos que sentía cuando estaba con otros como era el caso de Isogai, Sugino o aquel idiota que en serio lo había confundido con una chica, ¡Incluso llegó a verlo una vez con Asano! El solo pensar en su querido amigo con su copia barata de molestaba y fue así como recordó algo que le hizo sonreír.

–Si yo le gusto, ¿Significa que dejará que se lo operen si se lo pido?–Los amarillos ojos del albino miraron con horror al pelirrojo.

Y es así, como Horibe Itona comprendía que no importaba cuan enamorado pudiera estar aquél demonio, siempre estaría pensando en volver al pobre Nagisa más afeminado y andrógino de lo que ya era.
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Primer karmagisa, pido piedad.