Llegamos a librar en algún momento de nuestra existencia una importante batalla. Podría decirse que la más importante de todas las competencias que tuviste y que tendrás por el resto de tu vida, a tu alrededor se encontraban individuos capaces, veloces, increíblemente agiles y sin ningún sentido de compasión hacia el prójimo, lo que interesa en esta batalla es ganar y no está permitido un segundo lugar; solo uno será el victorioso mientras que el resto será aniquilado. La distancia equivalente a 20 campos de futbol, en el camino todo tipo de dificultades, un transitar a ciegas guiado solamente por el instinto de ganar. Una vez que llegas a tu meta empiezas a notar que ha valido la pena y es precisamente en ese momento cuando comienzas a experimentar un favorable estado de transformación, pues tu cuerpo se prepara y fortalece sus extremidades y desarrollas una mente apta para seguir con las distintas competencias que en 9 meses estarás a punto de afrontar. Si tienes idea de lo que estoy hablando es porque Tú has ganado esa carrera, mientras que tus compañeros competidores fueron exterminados.
Tú pudiste estar en su lugar, pero no, no te correspondía porque disponías de las habilidades necesarias para ganar la carrera, no te hablo de casualidad, te hablo de habilidad. Entonces, si desde el inicio fuimos ganadores, ¿porque hoy día reina la miseria y dominan los pensamientos empobrecidos? Imaginarnos como seres de alta estima y amor propio parece ser un tabú es nuestra sociedad. Aceptamos con facilidad la derrota y dejamos que la apatía impere en nuestras vidas. Lo cierto es que, a medida en que nuestro cerebro se fue desarrollando fuimos adquiriendo mayor consciencia y raciocinio, entonces, lo que en el inicio de nuestros tiempo hicimos sin pensar con el propósito de ganar, hoy día pensamos demasiado en las consecuencias antes que en el beneficio de la victoria, lo cual nos detiene y nos mantiene en un estado de sedentarismo. Llegando al momento en que nos encontramos consigo mismos, desconociendo totalmente el ser que se ha destruido por completo quedando como murallas caídas sintiendo que en algún momento fuimos creados con un propósito más significativo. El éxito y el fracaso, todo, radica en nuestra manera de pensar y en como reaccionamos antes la situaciones desfavorables.
"Una actitud positiva no va cambiar la circunstancia negativa, pero te dará una segunda oportunidad para transformarla tu mismo." Dr. Camilo Cruz. El día de hoy te insto a que no te dejes vencer por la adversidad, quiero que pienses que si ganaste la gran batalla es porque realmente tienes mucho más para dar a esta generación. No te rindas, persevera, soporta el sol arrasador del desierto que más temprano que tarde, con la ayuda de Dios y una mente conquistadora disfrutarás de los grandes beneficios de mantenerse de pie aunque todo se esté derrumbando. Dios te bendiga.
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El alma del Guerrero
Spiritual¿Te sientes triste? ¿sientes que por más que te esfuerces y luches, pareciera que sigues en el mismo lugar? es como si mantuvieras en tu ser ese sabor amargo de derrota, de depresión, de sentirte como un perdedor, de sentir que cualquier opinión que...