Cap. 1: El comienzo de Dolor

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Hola, Me llamo Kobol, hace mucho que he querido hablar de un momento traumático de mi vida, un momento que no se lo desearía ni a mi peor enemigo, Una noche fría y oscura me encontraba en mi pueblo natal, específicamente al frente del hotel más grande de la ciudad, en un parque lo suficientemente grande como para perder a un niño en pleno día, este tenía diferentes entradas y estaba todo cercado por rejas, en la noche era difícil entrar, pero hice de las mías para poder entrar sin problemas, todo se veía más esplendoroso mientras era iluminado por la luz que la luna emergía de ella, un paisaje que ni los dioses deberían tener derecho a ver, nunca imagine que un momento tan bonito podía convertirse en un desastre garrafal, actualmente solo tengo unos 12 años, y yo descansaba en uno de los juegos del parque....recuerdo haber salido de mi casa en el distrito 12 de un pequeño pueblo, eran, más o menos las dos de la mañana, me movía sin una dirección en específico, solo....quería estar lejos de mi molestosa familia, de mis enfermos padres... estos desgraciados que supuestamente me trajeron al mundo.

Luego se encontraba mi hermano, el único ser que podía considerar querido por mí, al menos dentro de mi familia, su nombre era... bueno no debo decirles aún, hay mucho por recorrer antes de mencionarlo a él. Mientras andaba por las calles del pueblo la noche oscurecía más mi camino como si esta quisiera que cambiará mi dirección por alguna extraña razón, solo que... mi mente y mi alma me decían que siguiera recto, que mi dirección ya tenía algún destino aparente.

Al pasar un rato, decidí parar y ver hacia las estrellas, estas siempre fueron de mi agrado mientras fui pequeño, estos desviaban mis pensamientos y me ayudaban a sanar heridas que mi padres pudieran crearme, para mí las estrellas eran más mis padres que aquellos que me trajeron al mundo, cada vez que veía al cielo se encontraban ellas ahí, algo que me transmitía un tipo de sensación protectora de parte del cielo, nunca lo entendí para ser honesto, la mente del humano siempre ha sido susceptible a cambiar su parecer pero con las estrellas nunca fue así en mi caso.

Las estrellas al igual que la Luna me acobijaban mejor que cualquier cama o cualquier sabana o almohada, mi infancia fue feliz no gracias a mis padres, sino, a la luna que todas las noches se aparecía en mi ventana desolada por donde el sol todas las mañanas me despertaba sin importar la hora que fuese, si el salía yo despertaba. El sol era mi alarma y la luna mi canción de cuna, una canción que luego de unos años cuando llegue a los doce llamé "El Réquiem Nocturno " por la melodía que todas las noches resaltaba en mi mente antes de dormir; antes de nombrarla y saber que mi mente la había creado revisé si mis vecinos tenía alguna tarea habitual de tocar algún instrumento ya que esta tonada venía dependiendo del día en algún instrumento diferente, el instrumento que más sonaba era el piano y luego de este el violín, me parecía que el réquiem nocturno surgió, de alguna forma para que mi mente pudiera descansar de un día intenso con mis padres y la escuela donde nada bueno pasaba.

Los años de escuela eran los peores, nadie me comprendía, les parecía una especie de monstruo por mi apariencia demasiado adulta para mi edad, algunos adultos me preguntaban si eran mayor de 15 años cuando apenas tenía 11 años transcurridos de mi vida, todo era muy raro mientras tenía escuela, el mundo tornaba diferente a como lo hacía en vacaciones que aunque muchas no eran, disfrutaba cada minuto fuera de ahí; algunos pensarían que la pasaría con mis padres, aunque esto no era así, la pasaba con...Bueno eso no tiene importancia en este preciso instante, pero ese receso del angustiante instituto me relajaba y me ayudaba a oír más claro el Réquiem Nocturno, esto lo digo porque cuando tenía clases al dormir en la noche la tonada no se oía claramente, el instrumento que lo tocará era muy tenue y a veces me producía insomnio; al no poder oír bien mi canción de cuna por supuesto que no dormiría bien, esos insomnios a veces me hacían caminar solo, como esta noche, la diferencia entre estos es que esta vez ni siquiera fui a dormir solo me levanté y tomé rumbo hacía algún lugar que desconozco completamente.

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⏰ Última actualización: Oct 12, 2016 ⏰

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