Bajo el Sauce [Two-Shot/Hanjoo]

Bajo el Sauce

ByungJoo iba camino al viejo sauce del patio escolar. Como todas las mañanas Hansol lo esperaba para verlo, o mas bien para que ByungJoo le hiciera compañía mientras este observaba a la persona que le gustaba. Hansol nunca le había pedido que lo acompañara, sin embargo ByungJoo siempre lo hacía, por que le dolía ver como Hansol se ahogaba en su propio llanto.

—¿B-Joo?—lo ojitos de Hansol se posaron en el chico, mientras su rostro mantenía una expresión de confusión.

—Hola Hansolie~—abrazó al chico y frotó su espalda.

—¿No deberías estar en tu sala? Ya casi entramos—se le veía un poco preocupado.

—Tú también deberías—tomó con delicadeza la mano del chico—Vamos. Ya podrás ver a JiHo en el recreo—tiró un poco de su brazo para que se levantara y lo llevó a la sala.

La primera clase del día había comenzado y ByungJoo no podía dejar de mirar a Hansol. Siempre estaba sonriendo, sin importar qué.

—Veo que ya entiendes la materia—ByungJoo se aproximó hasta el lugar de Hansol.

Este asintió con una tierna sonrisa de emoción en su rostro.

ByungJoo atesoraba esas sonrisas llenas de alegría que solo el mayor podía formar en su hermoso rostro. Amaba cuando sus ojos se achicaban y reía de forma escandalosa, le parecía tierna en realidad esa forma tan peculiar de reír que tenía.

—Pues me alegra que lo hayas entendido—y la campana sonó dando paso al recreo.

La vista de Hansol se quedó pegada en JiHo quien salía de la sala hacia el patio, al mismo lugar donde siempre practicaba. Hansol fue tras él de forma cautelosa.

A ByungJoo realmente le molestaba que siempre fuese tras él, sin importarle los demás.

Voy tras de ti Hansol.

Se encontraba sentado bajo el sauce llorón que daba vista a la practica de Xero. Dejó escapar un suspiro.

—Que lindo es—susurró para sí mismo.

—Que pena que no pueda gustarle—lo imitó sentándose junto a él.

—¿como sabías. . .?—pero Hansol fue interrumpido por ByungJoo.

—Tal vez por que es lo que siempre dices—contestó sabiendo que era lo que el mayor quería preguntar.

—¿o sea que me escuchas?—preguntó con una ceja alzada.

No me canso de hacerlo.

—Por supuesto que te escucho—desordenó su cabello—piensas en voz alta—

Y un sonrojo se apoderó de las mejillas de Hansol.

Así solían ser todos los días en la vida de ByungJoo, solía sentarse a ver como el amor de su vida derretía por otra persona, sin poder hacer nada para evitarlo. Pero él realmente no era el único en esa situación, pues muchos estudiantes, ya sean mujeres u hombres, babeaban por Hansol y era compresible, el chico era adorable, tierno y atento con todo el mundo, tenía carita de ángel y voz melodiosa. A ByungJoo le parecía extraño que Xero no le correspondiese ya que Hansol tiene a medio colegio tras de él, sin embargo Xero tiene a alguien mas. Su nombre es Taeyang, no estudia en el mismo colegio que Xero, pero siempre lo espera en la salida de este. El día en el que Hansol se enteró de aquella noticia lloró como nunca antes.

—¿en qué piensas?—le preguntó Hansol.

En ti, ¿en que mas pensaría?

—Nada, nada—contestó rápidamente—es solo que me quedé pegado— fue la primera excusa que se le ocurrió.

ByungJoo está enamorado de Hansol desde los 5 año –que fue cuando se conocieron– pero nunca ha tenido el valor de decirle lo que siente, de decirle todo lo que significa para él, decirle lo difícil que es cada día ocultar las ganas de besar sus labios, de robar su sonrisa, de hacer que esos tiernos ojitos solo lo miren a él. Lo difícil que es ocultar cada día las ganas de querer golpear al idiota de Xero por no darse cuenta de la clase de chico tan maravilloso que quiere estar con él. Lo difícil que es ocultar que lo necesita en sus brazos todo el tiempo, que no soporta estar lejos de él. Lo difícil que es ocultar que lo ama desde el primer momento en que lo vio.