Chao pastelito...

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Al día siguiente desperté con un gran dolor de cabeza y cualquier sonido simulaba un gran escándalo; como si se tratara de un montón de sirenas de policías sonando al mismo tiempo en una persecución.

Como es de costumbre mi cuarto es un desastre... El otro día encontré debajo de mi almohada un pedazo de pizza de hace dos semanas, lo extraño es que las hormigas no se habían trepado a mi cama y no me hubieran dejado con picaduras en todo el cuerpo; en el baño encontré un helado a medio acabar, que con el paso de los días se había echado a perder y tenia un color muy asqueroso; y si sigo enumerando, les aseguro que no sera nada agradable decirles que encontré en mis zapatos.

- De camino al trabajo -

Percibo un delicioso olor, y no puedo negar que el apetito se me empezó a abrir.
Entré a la panadería de donde sale ese rico olor...

- Buenas Tardes.

- Buenas Tardes joven, desea algo?.

- La verdad si. Ese rico olor a que se debe?... Sea cual sea el producto de me uno por favor.

El señor con una sonrisa en el rostro fue a buscar lo que le había pedido.

Para cuando salio del almacén, llevaba en la mano una fundita y el olor se hacia cada ves mas fuerte y mas irresistible.

- $1.50 joven.

Saque de mi bolsillo unas monedas y cancelé... El señor me dio la pequeña bolsita y reconozco que estaba muy caliente pero valía la pena.

Saliendo de la tienda observé mi reloj y me fijé que se estaba haciendo tarde, así que me eché a correr...
Pero como es de costumbre, mi suerte no es tan buena, y pasando cerca de un lago la bolsa se me cae...
Ví como poco a poco se hundía mi tan deseado dulce y todo el buen ánimo que tenia se fue por un río (literalmente).

Llegue al trabajo con la peor cara posible... Todos mis compañeros me observaban con temor y murmuraban cualquier tipo de cosas, la verdad es que me daba igual, pero el que se atrevía a hablarme iba a desear no haberlo hecho...

- 22:00 -

Al fin acabó este bendito trabajo.
Todavía no se me pasa la desilucion de mi dulce y espero ir mañana a la panadería para poder comprarme uno nuevamente, en serio no puedo creer lo que me ha pasado.

- En casa -

La noche estaba fría como de costumbre.
Tiré toda mi ropa al costado de mi cama y me acosté, estaba estresado y agotado, pero una bola pelos se me tiro en el rostro y me lamió la cara jajaja.
Ese gesto me alegró el día o lo poco que quedaba de él y no pare de reír.
Suena raro pero ese gatito borro todo el enojo que tenía acumulado, así que lo puse a mi lado y lo abraze hasta al otro día.

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⏰ Última actualización: Nov 28, 2017 ⏰

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