Perdón (Dramione)

Capitulo 1

Una sombra, eso es en lo que se habia convertido. Una sombra cambiante rondando la casa de sus padres. Aquella casa que se habia convertido en una extraña y a la que jamás volveria a considerar su hogar.
Los recuerdos de los sucesos del año anterior estaban tan presentes en ella como en sus pesadillas. Es por eso que no lograba entender el contenido de la carta que sostenia en su mano.

Querido señor Malfoy,

Debido a la interrupción involuntaria de sus estudios en el año mas crucial de estos y, a sabiendas de que necesita aprobar sus examenes para así llegar a formar parte del mercado laboral.
Le informamos de que ha sido readmitido en la escuela Hogwarts de magia y hechiceria para finalizar su septimo curso.
Se le adjunta una lista con los libros y materiales necesarios.
Esperamos acabe de pasar unas buenas vacaciones.

Mis mejores deseos,

Minerva McGonagall
Directora de la escuela Hogwarts.

El mismo habia sido responsable de parte de los sucesos ocurridos en los ultimos años en el mundo magico. Entonces, ¿como habian considerado readmitirle? A el, a Draco Malfoy. El chico a quien todos odiaban.

Releyó la carta una y otra vez para asegurarse de que la habia interpretado correctamente y tomó una decisión. Volveria al colegio a sabiendas de que se convertiria en el objeto de mofas y burlas durante todo el curso. Pero lo merecia. De cualquier manera, seria mejor que quedarse en esa casa.

- ¿Madre? - entró en la habitación de sus padres que ahora solo ocupaba Narcissa y le tendio la carta.

Narcissa leyó y se dirigió a su hijo.

- ¿Deseas volver? - Preguntó. Draco asintió.

Narcissa Malfoy observó las facciones de su hijo, que tanto se parecian a las de su padre y penso en lo diferentes que eran en realidad. Le invadió u sentimiento de tristeza. Tras el encierro de Lucius en Azkaban Draco habia sido su unico consuelo, su unica compañia, pero ahora iba a regresar a Hogwarts y ella se quedaria sola. Pero no retendria a Draco, ella quería lo mejor para el.

- Esta bién, al Callejón Diagón entonces! - exclamó forzando una sonrisa.

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Hermione dejó escapar un gritito ahogado y se apresuró escaleras abajo hacia el salón donde sus padres se encontraban mirando la televisión.

Tras la batalla de Hogwarts el ministerio envió a unos cuantos de sus hombres a Australia en busca del señor y la señora Granger y se ocuparon de devolverles la memoria para poder reencontrarse con su hija.

- ¡Mamá, papá! - Una entusiasmada y sonriente Hermione exclamó al entrar al salón con una carta abierta en la mano.

- ¡He sido readmitida en Hogwarts para finalizar mis estudios!

Tras la celebración de la noticia decidieron que lo mejor seria ir cuanto antes al Callejón Diagón para comprar todo lo necesario para el nuevo curso.

Así pues, los tres se dispusieron a ir sin tardanza.

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El Callejón Diagón se encontraba a rebosar de magos y brujas haciendo sus compras y habia recuperado su antiguo esplendor despues de la guerra. Ollivanders volvia a ocupar su tienda al igual que tantos otros que se vieron obligados a cerrar sus negocios el año anterior.

Draco se encontraba observando uno de los escaparates de la tienda de articulos de broma de los gemelos Weasley y sintió una punzada en el pecho al acordarse de Fred y de su muerte. Nunca lo admitió, pero la verdad era que los gemelos siempre le habian caido bién, y en secreto los admiraba. La muerte de Fred le habia afectado profundamente y alimentado su ya existente sentimiento de culpa.

Unas lagrimas resbalaron por sus mejillas, se dió la vuelta abruptamente para secarselas con la mala suerte de chocar contra una mancha color marron que le hizo caer al suelo.

- oh, ¡por las Barbas de merlín! Lo siento, yo... ¿Malfoy? - Una voz conocida salió de aquella mancha marron que resultó ser una tupída y rizada melena de pelo castaño.

- Granger...-
- Vigila por donde andas Granger - Le espetó con el mayor desprecio con el que fué capaz. Mas por costumbre que por que realmente estuviese disgustado.

- Veo que sigues igual Malfoy - le escupió las palabras al tiempo que se sacudia el polvo y se daba la vuelta antes de echar a andar dejando a Draco allí plantado.

La vió marchar teniendo la esperanza de que quizás ese curso no sería tan diferente de los otros después de todo.