Pesadillas, Sueños y Pensamientos

Pesadilla.

Estaba lloviendo con relámpagos y muchos truenos, yo solo subía escaleras con desesperación para poder esconderme de él, mi pesadilla humana. Una vez arriba abrí una de las tantas puertas que había y decidí quedarme ahí en un rincón callada tratando de que él no me escuche, trate de calmar mi llanto para que no se me escuche, tapaba mi boca con una mano pero eso era imposible estaba muy asustada fue ahí cuando su grito se escuchó en todas las habitaciones que habían.

-¿DONDE ESTAS PENDEJA DE MIERDA?

Mi cuerpo al escucharlo se tensó y lo único que hice era taparme más fuerte la boca y llorar. Mi remera estaba manchada de sangre al igual que mis manos.

Las luces de la habitación empezaron a parpadear hasta que se apagaron por completo dejándome en la habitación a oscuras. Un fuerte relámpago alumbro la habitación y ahí pude ver como él se acercaba, como me miraba con ira. Tenía miedo de seguir en la misma habitación en la cual el me encontró. Otro relámpago alumbro la habitación y él estaba enfrente mío con su cara llena de sangre fue en ese momento que no desee verlo a la cara y ver su sonrisa

-No va a pasar nada

Esas palabras salieron de su boca sin borrar su sonrisa, en ese momento lo mire a los ojos y lo único que quería era correr pero cuando doy el paso para salir él dijo con un tono amenazante mientras tomaba de mi cuello

-De acá vos no te moves.

Sus palabras fueron claras, mi cuerpo solo se quedaba inmóvil mientras que lo único que hacía o mejor que podía hacer era llorar, con un poco de fuerza pude mirarlo a los ojos y decirle

-Déjame por favor, no me lastimes. Tengo mucho miedo.

Fue ahí cuando una sonrisa se dibujó en su cara tomándome del brazo con firmeza y mucha fuerza causando en mí una mueca de dolor.

-Asi que ¿tenes mucho miedo? ¿Queres un abrazo de paz?

En ese momento pensé que él me iba a liberar si lo abraza, asentí con la cabeza escuchando lo que decía después de decirle que si

-Abrázame

No lo pensé dos veces, me acerque a él y lo abrace pero cuando lo termine de abrazar el solo se reía, no entendía porque reía después de terminar de abrazarlo pero eso me daba miedo. Poco a poco él se acercaba a mi hasta que me acorralo en un rincón diciendo

-¿Sabes qué es esto?

Levanto su mano y lo que tenía en la mano era un bisturí, yo asentí, fue en ese momento cuando él me paso ese bisturí por el cachete de la cara haciendo que yo grite de dolor poniéndome la mano en el cachete mientras lo miraba como se reía. El antes de retirarse dijo.

-No sabes cómo me voy a vengar de tenerte acá.