Broken wings

1.) El comienzo

Me levante y estire mi cuerpo para escuchar todos mis huesos sonar de una manera familiar,camine hasta el baño,  necesitaba una ducha fría después de mi sueño, me detuve a observar mi reflejo en el espejo , no podía estar mas en desacuerdo con mi habitual apariencia.

Mi cabello negro azabache que me llega un poco mas arriba de la cintura, enredado y sudado, mi piel blanca de porcelana había cambiado drásticamente a una pálida sin vida, el color de mis labios estaban mas cerca de ser remplazados por dos pedazo de mentas astilladas y blancas, mis ojos completamente ocultos por las ojeras que se allá van justo abajo. Una razón mas para que todo el mundo se diera cuenta que no había dormido, mis ojos celeste me recordaban a una mujer que nunca tuvo los suficiente cogones para enfrentar a su demonios, yo no era igual a ella, jamas lo aceptaría. Me estruje los ojos con rabia, se preguntara quien es ella , ella, es mi madre.

Cepille mis dientes, me duche y salí a mi habitación la cual no era muy grande pero lo suficiente para ser cómoda, camine a mi armario y saque unos chors cortos rasgados, con un top de encaje negro y un suéter blanco con un estampado en la espalda que dice" hello bitches" ,desenrede mi cabello, me coloque mis botas negra de tacón altas, tome mi bolso y mi "cherril" a la que coloque detrás de mi cintura, cubriéndola con el suéter, mire mi reflejo por ultima vez y salí...

Baje las escaleras y el olor a alcohol y cigarrillos me inundaron las fosas nasales, observe el comedor y hay estaba la basura en carne viva.

- ¡ HEY,! Elizabet, puedo saber ¿a donde carajo piensas salir con esa ropa?

- Que mierda te importa, Maicoll. No me jodas que no ando de humor - inocentemente rodé los ojos, otra vez lo mismo con este tipo

- Mírate... UNA ZORRA BARATA , ME DAS PENA !! - sus ojos por poco se salen de su orbita, pero que mier-

Sentí un impacto  de sus asquerosas manos agarrando mis brazos, me solté bruscamente saque a "cherril" y lo apunte con ella, palideció instantáneamente 

- No vuelvas a poner tus sucias manos en mi o te hago un hollo en medio de cada ceja, imbécil

-  Yo lo-lo-siento -  no lo pensé dos veces cuando desaparecí por la puerta.

A lo lejos vi a mi hermano, Erik,  hablando con unos chicos.

Se deben de preguntar pero quien demonios  es ese tipo, pues ese, es mi tío Maicoll, es un adicto de porquería a la bebida...

Hace mucho tiempo  hubiera  acabado con el, lo que sucede es que el muy cabrón me tenia donde quería ya que tenia la paternidad de Erik , hace tiempo que me mantengo sola, no de la manera mas honrada pero si la mas divertida, soy lo que se llama " una trabajadora nocturna" pero no soy ninguna zorra, soy ladrona desde los 16 años cuando mis padres murieron en un "accidente" de coche en el cual yo me encontraba y mi hermano también, digamos que tuvimos suerte ya que no teníamos ni rasguños, a diferencia de mis padres que murieron en el impactó.

Unos gritos me sacaron de mi ensoñacion pero no cualquier gritos si no los de Erik, corrí hasta donde se encontraban, estaba arriba de unos de sus amigos o ex amigo ya que lo estaba golpeando sin piedad.

- Para de una puta vez, Erik!! - le grite mientras forzaba para separarlos, es cierto es mi hermano menor por dos años pero era mucho mas fuerte y alto que yo. Para tener 16 tenia un temperamento de horrores, su cabello castaño se movía con fuerza de un lado a otro, sus ojos color ámbar con esa mirada tan fría que me helaba la sangre.

Logre sepáralo y apartarlo del grupo

- Mírame - grite

- No me jodas Eli, el idiota se lo merecía.

- Hey, vocabulario - le dije mientras le golpeaba en el hombro

- Lo siento ok, pero me en cabrona cuando intenta pasarse de listo contigo y dime ¿porque demonios tenias que usar esos chores?- su mirada baja como apenado y notablemente cabreado

- Oye no seas tan celoso, por Dios eres mi hermano no mi padre!! así que relájate, me voy a la universidad pórtate bien por una vez en tu vida, ¿si?

- O nena yo siempre me porto bien - su sonrisa aprecio dando a la vista su perfecta linea de dientes blancos.

- Si claro, adiós Erik - deposite un beso en su mejilla y me dirigí a mi hermosa DUCATI  pero lo mejor era que era rápida, sonreí como colegiala y me subí... mi día empezaba y yo estaba nerviosa, no sabia porque pero algo me decía que se avecinaba, algo bueno, espero sin darle mas vueltas al asunto acelere.