||12||

15.2K 310 0
                                    

Me estremecí por el placer que me estaba dando.

Cerré un poco mis piernas.

Cuando se dio cuenta de mi acción, agarro una de ellas e hizo que le diera paso a sus dedos para introducirse más en mí.

Sus movimiento empezaron a ser más rápidos, sentí mis músculos tensarse, hice que parara.

Me tocaba darle placer a él.

Empecé a subir y bajar mi mano en su parte, me encantaba su gesto, me hacía saber que le estaba dando lo que el quería.

Sentí un líquido, se había corrido, ambos sonreímos de forma perversa.

No Hagas Ruido. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora