Me desperté sobre las cinco de la madrugada tenia insomnio así que decidí dar un paseo bajo la luna llena. Anduve por las calles donde solo iluminaban la luna y las escasas farolas encendidas porque las otras estaban fundidas. Cuando quise volverme a mi hogar eran las siete de la mañana y mi padre ya se había levantado para preparar el día. Mi padre se ha vuelto muy responsable y organizado desde la muerte de mi madre. No entiendo el comportamiento que tiene mi padre a partir de ese momento pero tampoco es que me haya parado a pensarlo.
Vivo en este pequeño pueblo desde los 7 años y ahora que voy a cumplir dentro de 6 meses, el 5 de noviembre, 14 años es como si hubiera vivido aquí desde que nací. Los vecinos, como un amigo más y las vecinas, como si fuese su nieto. Hay niños de mi edad por ahí perdidos, pero como tendríais que saber a mi me gusta la soledad, el silencio, únicamente pararme y oír los extraños ruidos de este alejado pueblo.
Han llegar a casa encontré a mi padre terminando de hacer el desayuno. Al verme entrar a casa me preguntó a dónde había ido y yo le respondí con algo que valdría como excusa pero que en este caso es la verdad, directamente le dije que había ido a dar un paseo y recogí los vasos con la leche ya servida.
A mi padre tampoco es que le guste que ande tan solitario por la vida, prefiere que salga con los niños de mi edad, con amigos. Pero hay una simple respuesta para no estar con ellos, son diferentes. Yo tan tímido y reservado… y ellos mas bien rebeldes y matones.
Bueno, hay una chica que me llama la atención, su nombre es común pero nunca consigo recordarlo. Se nota que también es tímida pero ella ya tiene su grupo de amigos y amigas.
Me suelo cruzar con ella los miércoles y viernes en la panadería. Además, a mi que me gustan las novelas de amor, aunque también aprecio las de vampiros, o las leyendas como las del bosque que tenemos a un lado de el pueblo, intuyo que va por Derek, el líder de su grupo. Por esa misma razón no me comunico con ella, es perder el tiempo.
Hoy al mediodía estaba sentado con Bernard, un señor mayor al que le gusta contarme sus historias de cuando era joven y navegada por mar Elbe, o las leyendas del bosque, sobre una bestia que sacrifica a personas para seguir con vida. Me ha dicho que normalmente son personas adultas, como si quisiera consolarme por si me he asustado pero en realidad me aterra la idea de que le pueda llegar a tocar a mi padre este año, o a Bernard… así que me he despedido y he ido directamente a la biblioteca del pueblo. Al encontrar tan escasa información sobre ese mito he recordado que mi padre iba a la ciudad esta misma tarde a un asunto del trabajo así que le he pedido que me llevara con el y así buscar más información sobre la extraña criatura que vive en el oscuro bosque.
Estoy en la biblioteca, mientras mi padre está en sus asuntos. Busco información sobre la bestia, el mito del que me habló Bernard. Acabo de ver entrar a una chica que tiene parecido a esa chica tan especial de la que no recuerdo su nombre. Cómo se llamaba… ¡Ah, sí! Giselle. Creo que es ella, pero no estoy seguro. No tendría mucho sentido que anduviera por aquí, que yo sepa no es de pasar su tiempo entre libros.
Se acerca, sí es ella, y me sonríe y comienza a hablar conmigo. No lo comprendo, como una chica tan bella está hablando con un chico tan “friqui” como yo. De lo nervioso que estoy ni la escucho. Va a pensar que soy tonto. Tonto y “friqui”. Tengo que ponerle remedio. Consigo relajarme y me lanzo a seguir la conversación con ella.
Ella no es como yo me la esperaba, también le gusta la saga “Crepúsculo”, va un libro más atrasada que yo y hemos hablado de ello. Menos mal que este tema sí lo controlo. Si me llega a tocar hablar de cotilleos del pueblo no tendría nada que contar.
Mi padre asoma la cabeza por la puerta, me tengo que ir. Menos mal que no se ha acercado. Pienso en invitarla a que regrese al pueblo con nosotros, en nuestro coche, pero no me atrevo. Le pregunto con quien ha venido a la ciudad. Me responde que con su madre. Ella está de compras. Ahora sí que no me atrevo.
Cuando me doy la vuelta para irme, ella me agarra del brazo y pregunta por mi nombre. Yo con una sonrisa en la cara le respondo: Jürgen, Jürgen Bayern.
Al salir, encuentro a mi padre hablando con una señora más o menos de su edad. Tiene cierto parecido a Giselle. Detrás de mí aparece Giselle y Arabelle, la madre de Giselle.
Hablando entre los cuatro, descubro que nuestros padres son íntimos amigos porque han coincidido en la consulta del psicólogo al que mi padre empezó a acudir por la pérdida de mi madre.
Mi padre les invita a pasar el resto de la tarde con nosotros y nos quedamos en la ciudad a cenar.
Giselle y yo nos estamos conociendo cada vez más y nos damos cuenta de que tenemos muchas cosas en común. Y pensar que de un día para otro íbamos a acabar siendo tan amigos…
El día se termina y las llevamos al pueblo en nuestro coche. Giselle me comenta de ir con ella y su grupo mañana a la playa. Y yo acepto con angustia en el corazón. Me ha dicho que me pasará a recoger, vamos en bici.
Me he despertado con nervios y al mismo tiempo muy feliz. Con lo complicado que pensaba que iba a ser, a resultado ser tan fácil…Ya tengo una amiga, y una amiga de verdad.
Me viene a recoger con los demás del grupo. Al principio estaba como intranquilo, nervioso pero ahora que les conozco a todos se que Derek tiene un buen corazón, los otros chicos son muy divertidos y tienen un gran sentido del humor, las chicas son muy simpáticas y amables. Estoy muy contento con ellos, además me han aceptado tal y como soy, con mis locuras y mis leyendas. A la tarde hemos decidido ir en busca del monstruo aunque nos han contado que solo era una leyenda para asustar a los leñadores.
Hoy es mi cumple, y para mi sorpresa he recibido una carta de amor. Desconozco el autor de la carta aunque pone que vaya a las 4 de la tarde a la fuente del parque. Me he pasado todo el medio día pensando en esa misteriosa carta y he decidido acudir a la cita.
Estoy ya en la plaza y no hay nadie, voy a la fuente a beber un poco de agua y al secarme la cara veo que se acerca Giselle. Yo sorprendido la pregunto si es ella la autora de la carta y ella mirando para abajo me responde que siempre ha sentido atracción por mi. Estoy con la boca abierta, no me lo consigo creer y cuando veo que es verdad le respondo que desde que llegué me ha parecido guapa. Ella toda contenta me da un beso en la mejilla, me coge la mano y comenzamos a caminar.
Estoy confuso, no entiendo nada, me ha puesto un pañuelo en los ojos y cuando damos unos pasos para delante me pide que me lo quite. ¡No me lo podía creer! Estaban allí todos mis amigos, hasta la madre de Giselle y mi padre, los cuales nos dan la noticia que están saliendo juntos. ¡Este día es inolvidable!
Cuando hemos terminado de merendar con tarta incluida, que nos ha hecho la mujer de Bernard, me han entregado un regalo, cosa que no me esperaba. Al abrirlo me he sorprendido mogollón, era un libro de leyendas y un cuaderno para que escriba las leyendas que conozco.
Seguramente de la emoción me he puesto ha llorar, nunca he tenido un cumpleaños tan festivo. Bueno, en mi caso la felicidad te viene de un día para otro.
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De un día para otro
Teen FictionEste corto cuento fue creado para un concurso en cual quedo en primer puesto de la categoría “escuela obligatoria secundaria”. Espero que sea de vuestro gusto. Gracias.