Es una historia de romance pero a la vez de tristeza.
Una chica llegó a este mundo con una misión pero en su camino llegó un chico del cual se enamoró y el de ella pero su amor es imposible, a menos que....
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Todo empezó aquella noche, cuando Mika había dado a luz a su hija Vanessa, todos en la aldea estaban muy felices ya que Mika era una persona muy querida por ser la chica mas amable y bondadosa, su esposo Shin entró de manera apresurada para ver a Vanessa y a Mika.
El sacerdote de esa aldea entró a la habitación de Mika para llenar de bendiciones a Vanessa, mientra que afuera de la habitación se encontraban algunos aldeanos para darle sus felicitaciones a Mika y Shin.
Al día siguiente Shin y Mika llevaron a Vanessa al lago Funkawa ya que se decía que ese lago se presenciaba mucha tranquilidad.
Cuando llegaron pudieron observar que en el agua se estaba formando un agujero, rápidamente cogieron a Vanessa y salieron de ese lugar.
Al llegar a la aldea todos se les acercaron y les contaron acerca de un chico que se había quedado en una cabaña que estaba un poco apartada de ahí, la mayoría tenía sospechas acerca de ese chico pero ni Shin ni Mika les prestaron tanta atención ya que para ellos era más importante su hija, entraron a su casa y acostaron a Vanessa en su cuna y bajaron a la sala para preparar la cena, Shin empezó a pensar y Mika le preguntó:
-¿En que piensas?-Lo dijo mientras encendía la hornilla
-Me acordaba cuando éramos jóvenes y salíamos a pasear tomados de la mano-Lo dijo mientras sonreía y acomodaba las sillas.
-Tienes razón, pero ahora podremos salir tomados de la mano con Vanessa- soltó una pequeña risa y se acercó a Shin para darle un tierno beso en los labios.
-Estoy muy feliz de haberte conocido-Abrazó a Mika por unos segundos.
La bebé comenzó a llorar y cuando cuando Shin estaba al frente de la puerta pudo notar unas gotas de sangre y rápidamente entró a la habitación y todo estaba de manera normal, cargó a Vanessa y cuando volvió a ver a la entrada de la puerta pudo observar que no había nada y pensó que era su imaginación. Cuando bajó hacia la sala le contó a Mika lo que pasó y ambos se quedaron pensando pero decidieron no darle tanta importancia, así que se sentaron en el sofá y se quedaron dormidos entre los tres.
Cuando Mika se despertó miró hacia la ventana y se dio cuenta de que era de día y despertó a Shin para poder ir donde la hermana de Mika (Kaede) ya que Shin había perdido sus padres desde muy pequeño y era hijo único. Se alistaron y salieron rumbo a la aldea de Kaede.
Cuando llegaron Kaede se sorprendió y abrazó muy fuerte a Mika y dejó pasar a todos a su casa, empezaron a charlar y cuando se estaba metiendo el sol Mika y Shin se despidieron de Kaede y salieron rumbo a su casa pero Mika dijo:
-Al llegar a la fuente nos desviaremos
-¿Por qué? Si nos desviamos llegaremos casi al anochecer
-Debemos hacer una breve parada.
Tal y como dijo Mika al llegar a la fuente Shin y Mika se desviaron y dieron rumbo por un pequeño bosque. Cuando llegaron Shin se sorprendió ya que estaban en un cementerio:
-Tus padres también deberían conocer a Vanessa ¿No crees?
-Si, tienes razón-Lo dijo mientras sonreía tiernamente.
Al llegar Shin empezó a hablar mientras Mika sostenía a Vanessa.
-Papá, mamá hoy les quiero presentar a mi primera hija-Lo dijo mientras miraba a Vanessa.
Después de aquel acontecimiento los dos volvieron a su casa y se echaron a dormir.
Los meses pasaron y Vanessa crecía, Mika y Shin estaba muy felices ya que Vanessa era una pequeña muy feliz y amable pero también muy juguetona.
Al cumplir los 10 años de edad Vanessa ya sabía hacer cosas de una persona grande ya que Mika siempre quiso que Vanessa fuera una niña independiente para que cuando llegue a la adultez no dependiera de nadie y pueda ganarse la vida por si misma.
Un día Shin enfermó y Mika llevó a Vanessa al bosque para que la ayudara a recoger hierbas medicinales, pero lo que no contaban era que sería muy peligroso salir aquel día....
