Prefacio

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¡Hola! Hago esta breve introducción para advertir de este fic que:

-Sus personajes serán OOC (Out Of Character) pero no en su totalidad, simplemente en algunos aspectos y unos más que otros por temas del AU.

-No es un fic de romance únicamente, tendrá drama.

-En sus futuros capítulos habrá nsfw.

Y... ¡eso es todo lo que tengo que advertir!

Disfruten de la lectura~ ♥

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Apagó las luces y se acostó en su cama tras un largo día agotador y el comienzo de lo que fue una noche notoriamente aburrida. ''Mierda, ¿por qué me duele tanto la espalda?'' Se cuestionó a sí misma una vez en la cama. ''Maldito ejercicio...'' Y tras un rato en tratar de dejar la mente en suspenso, cosa que no logró, tomó su móvil y se puso a escribir. A veces la inspiración venía tarde. Hasta que, finalmente, se quedó dormida.

Cada vez que hacía ejercicio tenía un dolor en la espalda mortal, era como si le fueran a partir la columna; su hermano le hablaba como si ella fuera tonta, con esos tonos que parecían tan forzados y esas cosas que le decía; además, pasaba la mayor parte de su tiempo sola, sin hablar con nadie; y para colmo cuando le daba por masturbarse, porque a veces le entraban calentones hasta viendo una serie animada ni si quiera podía disfrutarlo, quedar satisfecha.

Cada vez las cosas iban más y más en picado.

Igual dejaba de masturbarse tan a menudo.



LA FAMILIA

Las siete y cuarto de la mañana. A esa hora la puerta se abrió bruscamente por su padre, quien preguntaba exactamente lo mismo que había estado preguntando anoche - ¿A qué hora es el veterinario?- ''Maldita sea, ¿acaso aquellos dos lo tenían de portavoz?''- No lo sé- Dijo revolviéndose en su cama, estaba soñando algo bastante divertido y la habían levantado para preguntarle algo, cosa que no le gustaba que hicieran.

-Pero, ¿a las ocho y qué?- Volvió a insistir el adulto, a lo que ella solo refunfuñó y volvió a decir con más desgana aún –No lo sé... Y cuarto o no sé. Las ocho mismo.- En aquel momento solo quería que la dejasen en paz, y dormir.

En cuanto su padre se marchó cerrando la puerta tras de si, miró su móvil. ''Las siete y veinte'' pensó. Su despertador sonaría en diez minutos, así que decidió atrasarlo para las siete y cincuenta y cinco, quería al menos dormir media hora más.

Todo por su nueva rutina. A tres días de empezar un nuevo curso, y con un trabajo a medio tiempo, si quería llevarlo bien y hacer ejercicio, que era algo que se había propuesto, tendría que levantarse todos los días a las siete o a las siete menos diez. Y eso era algo que llevaba mal.

En cuanto se levantó, su padre le bromeó con que debería de haber apuntado en el papel de la cocina la hora del veterinario, las ocho y cuarenta y cinco, cosa que no le sentó bien, ya que ese era el motivo de esta mañana. ''¿Apuntar dónde?'' Pensó después de haberle dicho a su padre que ella había repetido incontables veces que no sabía exactamente la hora y después de haberse marchado de aquel cuarto en dirección hacia la cocina.

Ahora cabreada, y eso que se acababa de levantar, fue a paso veloz a tomar un par de calcetines y ahí estaba su hermano, al que saludó casi de mala gana.

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⏰ Última actualización: Oct 09, 2016 ⏰

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