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Oye, pero estas un poco loquita, no crees? — dije a mi mejor amiga dándole un golpe en el brazo —¡¿Estas hablando en serio?! — pregunté un poco asustado al ver su perversa cara.

Jennyeol es mi mejor amiga, desde que íbamos en preescolar nos la hemos pasado juntos. La quiero mucho, es como la hermana que nunca tuve. Y es que ambos somos hijos únicos, por lo que con más razón nos llevamos tan bien. A pesar de tener la misma edad (18 años) su comportamiento es de una niña pequeña, es muy rara, pero aun así la quiero.

Muere por sus idols, incluso podría apostar que los pone primero a ellos antes que a mi. Aunque diga que es una tontería, yo sé que es así, pero no me causa molestia alguna porque se bien que ninguno de ellos podría ser tan cercano a ella como yo. Y es que no me pongo celoso, sino que es la verdad.

Jennyeol desde hace una semana, si no es que más. Me ha estado insistiendo a que vayamos a la empresa de su grupo favorito, está loca por ellos pero en el buen sentido, no es una de esas sasaengs. Me cuesta un poco de trabajo el decirle que si, porque ese no es el tipo de ambiente que me gusta. Nunca he escuchado su música, ni siquiera les conozco. Solo la escucho hablar de ellos por horas y horas. Ella sabe que no me agradan por eso nunca insiste en que escuche su nueva canción o que vea algún video de "funny moments" de un miembro en específico o del grupo en general, solo la escucho reir mirando el móvil.

—Anda, acompañame— insistió haciendo puchero a la vez que me tomaba del brazo —No me dejaran ir si no voy contigo— dijo moviéndose a los lados.

No podía negar que se miraba muy tierna, pero es que en verdad no quería ir. Pero, ella siempre ha estado conmigo en cualquier momento, nunca me ha dicho que no para cometer cualquier "travesura" como el irnos de fiesta, aunque a ella no le gusten.

Era mi turno de sufrir lo que ella anteriormente había sufrido en estar en un ambiente diferente al de ella

Rodé los ojos —Está bien, pero que sea temprano que tengo que trabajar el sábado en el turno de la mañana—

Dio un leve y grito que me hizo sentir pena ajena, pero luego me dio gracia. Está loca en verdad.

—Pasas por mi a casa— dijo a la vez que se iba —El viernes a las 16 hrs— dijo para luego irse en su bicicleta.

¿Cómo es que pudo venir hasta mi departamento solo para convencerme? Me di cuenta que en verdad tenía muchas ganas de ir, me ponía nervioso el solo pensar estar rodeado de chicas eufóricas, gritando y llorando a mi alrededor, pero, todo sea por Jennyeol.

Me metí a mi departamento, suspiré al entrar y darme cuenta que de nuevo me encontraba solo. Solo, ya debería de acostumbrarme, pero no puedo. Pero es mejor estar así, que tener un padre que te grite en todo momento y por otra parte tener una madre que llega ebria todas las noches con hombres distintos. No es prostituta, sino que desde que se divorció de mi papá, se "divierte" como siempre habría querido.

Tomé una ducha para luego irme a la cama, y pensar que mañana sería un día difícil, como todos. Tenía que trabajar en el turno e ir temprano a la escuela, ya eran mis últimos días por lo que pensé que si resistía un poco más.

Trabajo en ese café desde que mis padres se separaron, hace 1 año aproximadamente, me independicé porque no quería tener nada que ver con ellos, y mucho menos quería que me estuviesen molestando , refiriéndome cosas o algo por el estilo. El dueño del café es un muy buen amigo y me hace los horarios flexibles para que tenga la oportunidad de estudiar y trabajar. Los viernes trabajo en la mañana porque ese día no tengo clases, por lo que me deja la tarde libre.

No es por nada, pero ese café es uno de los mejores que puedas encontrar en Corea.