Ania: Origenes de una mutante.

Introducción: Quien Soy

¡Hola a todos! Esto esta hecho para quien le corresponda. Yo soy Ania Galven aun que originalmente me debería llamar Ania Schafer, no me conocen, mejor dicho no me recuerdan, por que me encargue de que no lo hicieran. Soy muy buena ocultándome. De seguro se deben de preguntar ¿quien ch! # $ @% es esta? ¿Quien se cree? Por que hace esto? ¿Por qué si ella se oculto? ¿Por qué se expone?

Si no se lo preguntan lo necesitaba para poder decir esto: Bueno es simple, estoy lista para enfrentar las consecuencias, ahora que recuerdo quien soy, por que ya eh vuelto. [mirada de maldad] [risa de burla]. Se la creyeron, no es cierto vengo en son de paz.. Estos ojos raros que ven, uno azul de neón y otro naranja neón es una de mis claras señales de ser mutante: Además de mi cabello azul, digo ninguna en todo el mundo lo tiene, el mio es natural, pero tengo otras peculiaridades o así las llaman en un libro que leí, mis peculiaridades son asombrosas. Les leeré cada archivo que robé hace años sobre mi. Naa, mejor les contare mi historia, ¿les parece? No se por que les pregunto si se los diré de todos modos, tomen asiento por que será un poco tardado. Empezare contándoles hace un dos años y algunos meses atrás, cuando todo empezó a cambiar.

Yo viví mi vida en una mentira, jugadora de un juego mental, que yo hice para mi misma. Me hice olvidar todo mi pasado y el hecho que era mutante, todo, absolutamente todo. Solo para que se den una idea que tan asombrosa soy. Bueno seguiré con mi historia. Yo parecía una chica normal de 15 años: bonito cabello de color castaño claro llegaba hasta debajo de mis hombros, ojos marrones, rasgados solo un poco, ninguna rara señal en mi cuerpo que hiciera notar que era una mutante, solo un cuerpo raramente perfecto o como dice mi amiga Rossie una pequeña cintura y gran trasero, muchos pensaban  que era más grande por eso. Era la típica chica super popular, según bonita, que lo tenia aparentemente todo, aunque no tenia nada. Mi familia adoptiva algo que siempre supe, se basa en solo mi mama y mi hermana menor. Mi hermosa mamá, cabello rubio, ojos grandes, azules, una sonrisa sincera y aunque todas las mamas digieran que se viste como lesbiana, bueno que esperabas de una agente en secreto que se hacia pasar de la Armada Británica, pero para mi era la mujer más femenina del mundo, para que les digo ya saben quien es, es su agente Galven. Ahora se dan cuenta, soy Ania Galven ella es la agente Elizabeth Galven. La viduda de Michael Galven. Mi hermana Rose Mary, pelirroja, ojos verdes, más blanca que la leche y con pecas más que el queso hoyos. Parecía que todo en mi vida era perfecto pero en realidad no lo era, a pesar de tener la atención todo el tiempo, de ser la mas deseada por los chicos, de ser la ya proclamada la Reina de Graduación a pesar de que estaba entrando a penas a la preparatoria, es que tome mucha fama por todas mis amigas que según son bonitas y encantadoras con mi escuadrón, eramos un poco como las chicas pesadas, yo era la lider pero la que era Regina era sin duda Ella, es una perra; me sentía falsa, vacía, hacia cosas que en verdad no me gustaban, aunque fuera yo, aunque fuera completamente yo, seguía sintiéndome así. En mi cumpleaños número 15 en vacaciones, 2 semanas  antes de entrar a la escuela, mis "amigas" decidieron hacerme una bella pijamada, en casa de mi mejor amiga desde los 5 años Rossie. Después de jugar, después de maquillarnos, jugar botella, meter a chicos a escondidas, llegó la hora de dormir; Yo no podía, eran las 4 de la mañana.
Yo contemplaba las estrellas, hasta que vi unos grandes ojos azules, observándome eran de la rubia de Rossie. 

- ¿Qué haces despierta? ¿Acaso estas loca?
- No tengo sueño. Sí, si lo estoy, cual es la novedad.
- Oye Ania, te he notado rara últimamente, siento que no eres tu, te eh notado que ya no te gusta estar con nosotras, siempre tienes la vista perdida, distraída, distante ¿Qué pasa? No te atrevas a decir un "nada" por que te conozco más que nadie. Desde los 5, así que confiésate, soy toda oídos.
- Aaay! Tengo todo. Siento que algo me falta, siento algo que me llama, pero no se que es, siento algo que olvide algo importante, siento ese un vació. Siento que es tiempo.
- Tiempo ¿De que?
- Ese es el problema. Que no se de que es tiempo.
- Sabes creo que te perdí ya, ahora es definitivo, estas demente.
- Cállate, te estoy hablando enserio idiota. Las mejores personas lo son ademas. 
- Mira ven a dormir conmigo. Vamos a dormir y mañana que se vayan todas hablaremos tu y yo de esto, tranquilas en el bosque ¿te parece?
- Si, esta bien.
Mis ojos se cerraron lentamente hasta quedar profundamente dormida. No tarde en hacerlo.