Prólogo

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Fue a los 10 años cuando el pequeño Evian Hundson tuvo su primer encuentro con la muerte; después de que su padre Thomas Hudson quien sufría de problemas con el alcohol se enterara de que su único hijo se había declarado gay, el pequeño Evian no tuvo ni tiempo de aclarar las cosas cuando su padre se abalanzó contra él y su madre Alissa creando todo un escándalo que podía escucharse por todo el vecindario. Muchos llamaron a la policía pues, conocían bien a esa familia y sabían muy bien de lo que el señor Hudson era capaz cuando no se encontraba en sus cinco sentidos.

Un mar de gente se encontraba murmurando a las afueras de la casa de la familia, esperando preocupados a que la policía quien hacía un rato que había irrumpido en la casa saliera con buenas noticias las cuales no llegaron favorablemente. Al parecer Alissa había caído por la escalera debido a una pelea entre ella y el señor Thomas y lamentablemente no pudo sobrevivir, en cuanto Evian, en un acto desesperado por vivir, sacó un arma de fuego de atrás de la repisa que se encontraba en el comedor donde su madre le había dicho que estaba y que usara únicamente si era necesario y le disparo a su padre causándole  la muerte.

Casi todo el vecindario se encontraba ahí intentando consolar al pobre niño que había perdido a sus padres de la forma más cruel, casi todos menos los Beckham quienes se encontraban fuera en el trabajo o al menos, eso le habían dicho a su hija Adelyn quién se encontraba observando cómo sacaban los cuerpos de sus vecinos cubiertos con una manta blanca y los subían a una ambulancia.

Evian y Adelyn solían jugar juntos muy a menudo, pues eran los únicos niños en el vecindario; sin embargo, quizá fue el ver la desgracia de su compañero de juegos lo que hizo que la mentalidad de Adelyn cambiará y se hiciera la siguiente pregunta, ¿que clase de monstruo era el ser humano? A ella siempre le habían enseñado que el bien triunfaba al final y siempre había pensado que el ser humano era fe y bondad pero... ¿como seguir creyendo eso cuando hay personas capaces de destruir lo que más aman por culpa de una bebida agria y amarilla? ¿Como poder levantarse una vez más sabiendo que podrías terminar así?

A partir de ese día ninguno de los dos niños volvió a salir a jugar. La abuela de Evian, Marianne, se había mudado a la antigua casa de su hija para cuidar del pequeño que había perdido todo en lo que siempre había creído y que sin saberlo, se lo había quitado a alguien más.

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