Carne envinada

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-Picar, cortar, desollar y luego el relleno sacar, luego rociar el polvo que no te dejara de asquear y luego esperar a que el hedor de esa tierna y débil piel se termine de retirar para así, poder empezar a usar-canta un pobre diablo en una celda, con espuma en la boca, ojos desviados y atado a una pared con cadenas y una argolla en el cuello.

El sujeto se encontraba en el piso con un pequeño cuerpo de un ave con el abdomen desgarrado y siendo limpiado desde el interior por la lengua del psicópata.

-De pie(dice un oficial)es hoy...

8 años atrás.

Tibio y pegajoso, pero demasiado duro, un oso es demasiado grande la piel es muy pesada, pero abriga muy bien. Desiciones, Desiciones; abra que probar para ver que tal queda.

Me acerco ami mesa de madera teñida de rojo y tomo mi caja de herramientas, recojo un par de tijeras y empiezo a cortar el estomago de la imponente bestia que a petición del señorita Velázquez, he yo de embalsamar y disecar al animal, nada que un experto taxidermista como yo no pueda realizar, tomo una pequeña sierra de mano y empiezo a destripar a aquel cuerpo sin vida del animal.Una gran cantidad de sangre y restos intestinales salpican mi alargado mandil blanco llenando el aire de ese dulce aroma a hierro, un poco de aquellos restos llega a mi rostro y se desliza lentamente dejando un astro color escarlata, este trozo según mis conocimientos era un riñon, dicen que todas las proteínas que este contiene pueden prevenir el envejecimiento, sonreí y tome el trozo en una de mis manos y lo dirigí a mi boca, le di un pequeño mordisco y nuevamente sentí ese delicioso sabor a carne bañada en vino añejo, no es la primera vez que pruebo la carne recién extraída, es mas bien una parte de un proceso familiar.

Mi padre acostumbraba que al llegar del trabajo, abría la puerta de un portazo y gritaba-ROPA NUEVA!. Eso siempre me alegraba pero curiosamente mi padre siempre llegaba con un aliento voraz que despertara a los muerto con el solo respirar de este, ademas que las mangas en su camisa color marrón tenían rastros de el contorno de su boca pintadas de rojo, pero ahí algo que nunca entendí, mi padre empezó a sentirse muy enfermo del estomago y logre verlo devolver el contenido de su estomago en el inodoro en mas de una ocasión, sus fluidos interiores tenían un tono rojizo y el aroma que despedía era extremadamente grasiento y asqueroso casi logrando que imite su acción. En ese tiempo mi padre y madre tenían muchos problemas ya que los veía discutir cada noche y un dia asi de repente mi madre no volvió a casa como de costumbre, en su lugar mi padre trajo un maniquí de una mujer desnuda...

Yo a pesar de mi corta edad en ese entonces, sabía con precisión lo que había sucedido, solo mire a mi padre con una mirada indescifrable, el solo me dijo-Mami aun no esta lista para irse a dormir, ¿Puedes ayudarme a vestirla?

Me quede algo asustado, pero en ese entonces era muy pequeño y no me di cuenta del regalo tan bondadoso que mi padre me estaba otorgando.

Seguí a mi padre por el pasillo de mi casa mientras mi padre cantaba una canción, algo tenebrosa, pero siempre la cantaba al tiempo de trabajar-Picar, cortar, desollar y luego el relleno sacar, luego rociar el polvo que no te dejara de asquear y luego esperar a que el hedor de esa tierna y débil piel se termine de retirar, para así, poder empezar a usar-Valla que en ese entonces me aterraba pues era difícil de creer que una persona disfrutara torturar animales muertos...pero a una persona.

Llegamos a la antes habitacion compartida de mis padres que se hallaba un tanto polvorienta pues hacia días que no se había ocupado por las discusiones de mis progenitores. Mi padre recosto el ahora embalsamado y disecado cuerpo inerte de mi madre, mi padre la admiraba de pies a cabeza.

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⏰ Última actualización: Oct 11, 2016 ⏰

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