Fue entonces que me di la vuelta, con la respiración agitada, ¿por qué este chico me seguía? ¿Y si quería hacerme daño? Mentalmente traté de recordar alguna escena de las películas de acción que veía de chica. Todo pensamiento se detuvo en cuanto sentí su mano en mi brazo.
-Olvidaste tu carpeta, Alejandra. -murmuró steven. Así que por eso me había seguido. Solté un largo suspiro, sintiendo como mi alma volvía a mi, cerré los ojos, aliviada y sonreí de lado.-Gracias, Steven.
-Llámame Stev, y me asusté de que te fueras tan rápido, sé que tus códigos de agente te prohíben contar las cosas. -Abrió su chaqueta y de esta saco su billetera. -Mira. -saco una tarjeta y me la dio, la tomé y enfoque la mirada en ésta.
The new york times
Periodista Steven Flecher Rogers
998479326.-tengo información que podría ayudarte, pero sólo si tú compartes información conmigo. Soy un periodista reconocido y también tengo códigos, no digo nada al menos que me lo apruebe la fuente, en este caso tú. -murmuró y yo no podía creerlo. Me relami los labios y el carraspeo.
-Entonces... Me gustaría que nos volvieramos a ver, Ale. -murmuró y se inclinó hacia mi. Mi respiración se aceleró. Besó mi mejilla y sonrió- El lunes, ¿te parece? Ahora sé donde vives, a las 8.
Y dicho esto, se fue.
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Canciones de un psicopata
Teen Fiction¨Tu rostro, comienza a ser mi debilidad, y tus labios, son mi arma mortal¨