El... el implacable otorgante de agonía y sufrimiento
Ella...la afamada repartidora de existencia y alegría.
Y ellos dos, juntos, juegan al más bello y divertido balancín del universo
Juntos ellos dos, bailando aquel interminable vals lleno de locura, euforia y tempestad humana.
Ellos...ellos dos, amantes desenfrenados, incontrolables, atados por los lazos de la miseria y la felicidad humana.
Aquellos dos, dioses verosímiles de nuestro mundo, de nuestra realidad...y de otras incontables realidades.
Su inmensidad recorre más allá de nuestra capacidad de imaginar.
Juntos bailarán, hasta la eternidad
Juntos jugarán, hasta el fin de todos los fines
Juntos los dos se amarán incontrolable mente
Debido a su amor imparable.
Ella morirá...hasta que no haya nada que se le pueda brindar la inmaculada existencia y felicidad, nada a lo que darle la vida.
El morirá...hasta que no exista el más mínimo organismo, al cual se le pueda brindar el furgor del sufrimiento, hasta que no haya el mas mínimo organismo al cual se le pueda otorgar aquel intenso dolor eterno, morirá hasta que no haya nada que matar.
El fin de ellos, los dos supremos enamorados
Es el fin de nosotros, frutos de la alegría y el sufrimiento
Frutos del amor de aquellos amantes eternos.
Nosotros, todos nosotros
Nacemos por amor y morimos por amor.
