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lloraba al pensar un después.

lloraba por la confusión de la distancia.

la distancia del alma.

aquella que creabas con la indiferencia y resignación.

pero confiaba en vos a medida que pasábamos.

porque pasábamos.

no te agradaba la debilidad, mucho menos sentirla.

y me cuestioné qué tenía yo para que empezaras a ceder.

nosotras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora