—¿Diga? –atendió mi amiga Ginger al teléfono.
El timbre había tocado hacía ya diez minutos, en los cuales no la había encontrado por ningún lado. Yo estaba en uno de los cubículos del baño sentada en la tapa del inodoro esperado a que Ginger me atienda sin morir en el intento.
—¿Gigi? Escucha soy Diana...
—¡Di! Oye perdona por no avisar antes lo de tu bolso es que...
—¿Mi bolso? —pregunté sin entender— ¿Qué pasa con él?
—¿No llamas por eso? Uf, qué alivio.
Sacudí la cabeza desesperada.
—Vale, mira, necesito que le digas al resto del grupo que hay reunión en mi casa después de clases, necesito hablar con ustedes y rápido.
—Cuenta con ello.
Dicho esto ambas cortamos y yo me recompuse. En ese instante el timbre había sonado nuevamente y la clase de trigonometría estaba por comenzar. Escuché los pasos y murmullos de los que pasaban por el baño hacia sus salones hasta que casi se volvieron inaudibles. Empujé la puerta con intención de salir y poder entrar en mi clase, pero cuando lo hice la puerta no cedió.
—No es cierto... —Empujé con más autoridad— Vamos, vamos.
Intenté de todas maneras, pero el hueco por debajo era demasiado pequeño y el de arriba estaba muy alto.
Me di por vencida unos instantes y entré en pánico.
¡No podía vivir en un cubículo! Y mucho menos perderme la clase del señor Fields.
Comencé a golpear la puerta.
—¡Ayuda! —grité a todo pulmón— ¿Hay alguien afuera?
Pero nadie contestó.
Seguí intentando ser escuchada hasta que por fin escuché la puerta abrirse.
—¿Hola?
Escuché risas al otro lado de la puerta.
—¿Estás bien? —dijo una voz masculina al otro lado.
—Si bien significa "encerrada" entonces sí. Estoy perfecta.
—¿Necesitas ayuda?
—Por favor.
Unas carcajadas más. Estaba segura que habían más personas con él.
—¿Vas a ayudarme imbécil?
—Vale, perdón. Intentaré forzando la cerradura.
Se escucharon unos ruidos de metal hacia el otro lado y algunos pasos.
Tardaron un buen rato en deducir que no podían hacerlo.
—Está bien, plan B. Tiraré hacia mi lado y tú hacia afuera. Uno... dos...
Después de unos minutos así la puerta se abrió y yo caí encima de quien estaba tirando del otro lado.
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La anatomía de un crush
Teen FictionHay algo que sigue existiendo a través de la historia y que sigue siendo una completa incógnita. O bueno, hasta ahora. ¿Qué es lo que hace tan jodidamente perfecto a tu crush?