Memorias de una zorra

18. Misterios

Ahora sí me coge la mano para guiarme, está vez le dejo, pero aún sigue presente un poco de rencor.

-¿A donde vamos?

-Ya verás y deja de estar tan sería-sonríe

Me suelto de su mano y cruzo los brazos y me detengo.

-Sigo molesta-aclaro

Él se detiene y me mira.

-Ya te he dicho que te lo compensaré-dice con una sonrisa nerviosa y las mejillas un poco mas rosadas de lo normal, se ve tierno.

-¿En que estás penando?

-Intento llevarte.

-Está bien-digo dándole la mano nuevamente.

Caminamos juntos por la calle, llamamos la atención de algunos, miro nuestras manos entrelazadas y no puedo evitar sonreír, si, se que se suponía que estaba enfadada con el pero...le miro de perfil, está concentrado en la calle, nos paramos en un semáforo. Miro su nariz y sus ojos verdes concentrados, tiene el ceño fruncido. Entonces de percata de que lo miro y se gira.

-¿Que pasa?-pregunta

Me siento descubierta y no se que decir, para mi suerte el semáforo cambia de color y seguimos andando.

-¿Vamos muy lejos?-pregunto

-No mucho

-Okay

Después de tanto caminar llegamos a una parada del autobús.

Nos sentamos en los asientos.

Matt tiene las mejillas rosadas.

-Matt quiero saber a donde vamos.

-Es una sorpresa-responde mirandome y sonriendome

-Estas rojo-digo alzando una ceja.

-¿Eh?-Yo mantengo mi ceja alzada-¡No! ¡No es eso!

-¿A que te refieres con eso?-pregunto con fingida inocencia.

-Idiota-responde girando la cara y yo me rió, al segundo vuelve a mirarme y sonríe.

-¿No estabas enfadada?-responde satisfecho, yo ruedo los ojos y él se acerca, por su cara en mi cuello y empieza a besar este.

-Matt, no-susurro sonriendo e intentandome zafar de él.

Él se aparta.

-No me gusta que te enfades conmigo-dice haciendo un puchero.

-Pues no seas un capullo-digo mirando la carretera, la sonrisa se borra de mi rostro-me dolió-admito.

-Lo se y lo siento tanto-dice cogiendo mi mano.

Creo que le torturaré un poquito mas, no mucho pero un poquito si.

Entrelazo mis dedos con los de él.

Nos sonreímos el uno al otro.

El autobús llega y nos separamos, Matt se remanga-hace calor ¿Verdad?-dice y yo asiento, nos acercamos al autobús subimos a él.

Nos sentamos detrás del todo, yo apoyo mi cabeza en su hombro.

Cojo su mano entre las mías, entonces me doy cuenta de que a pesar de haberse remangado lleva las muñequeras y además tiene unas marcas en el antebrazos-Matt ¿Que te ha pasado?-le pregunto preocupada, él me mira y se baja las mangas.

-Nada me peleé ayer.

-¿Y quien mierda te hizo esos moratones?

-Un idiota.

-Matt, no me mientas.

-Charlotte, por favor no quiero hablar de ello.

-Me da igual, siempre vives con marcas ¿Con quien mierda peleas tanto?

-Charlotte sino quieres que te mienta, simplemente no preguntes, porque si me obligas a responder da por hecho que lo haré-me dice ahora en tono serio.

-Pues adiós-digo haciendo ademán de levantarme pero justo el autobús se pone en marcha-me bajaré en la siguiente.

-No, Charlotte por favor-dice reteniendome.

-Cuéntamelo-le exijo.

-Algún día pero hoy no-me explica.

Nos quedamos mirándonos durante unos segundos.

-Adiós-digo levantandome del asiento, voy a la puerta de salida a esperar a que el autobús llegue a su proxima parada.

Cuando me giro me encuentro con él.

-¿Que haces?-digo al notar que me abraza por la espalda.

-Por favor-susurra en mi oído y yo siento como literalmente todo mi cuerpo se derrite ante esas palabras y no se porque, no sé si será por su voz, por su manera tan melódica de pronunciarlas o simplemente por el hecho de ser él, pero esas dos simples palabras hacen que estremezca.

Me giro a verle.

-Se que quieres saberlo pero no estoy preparado para contártelo, quiero que hoy sea un buen día, ya me siento bastante mal por lo que te dije, por favor-dice mirándome, sus ojos tristes son como cuchillas que se me clavan ¿Tan mal recuerdo es lo de sus marcas?

-Está bien-cedo, no me gusta tampoco verle así.

-Gracias-susurra-¿Nos podemos volver a sentar?

Yo asiento y vamos a sentarnos, pero esta vez no me pongo a su lado, sino sobre él.

-Charlotte-dice y veo que sus mejillas se ponen rojas.

Yo sonrió y entierro mi cara en su cuello.

¿Por qué? ¿Por qué mierda se tiene que esta tan bine con él? ¡No lo entiendo! ¡Todo en el es tan estúpidamente maravilloso! Y me hace sentir tan bien, pero he de decir que tengo miedo, porque la última vez que me enamore me rompieron el corazón y...si él me hiviera algo como eso yo me moríria, por eso vivo a la defensiva porque estoy aterrorzada del amor que sineot por él y si puede que sea exagerado decir eso tan pronto pero..en el poco tiempo que le conozco bien, bien, me ha demostrado mas que idiotas que conozco de años.

Suspiro y dejo que el aire de expulsado de mis labios roce su cuello, él gruñe. Yo le beso en el cuello.

-Charlotte no-susurra

Yo succiono la parte del cuello y escucho como gime bajito-Hay gente alrededor.

Me separo un poco y el gira la cabeza, estamos muy cerca.

-Me da igual-musito antes de besarle en los labios.

El autobús se detiene y yo me separo.

-¡Es aquí!-exclama

-¿Aquí?-pregunto

-Si-dice y se levanta, coge mi mano y me lleva a través de las personas, esquivando a la gente hasta llegar a la salida, entonces descubro que me ha llevado a una feria.

-¿Tanto misterio para una simple feria?-pienso en voz alta.

Él me mira con un deje de desilusión en la mirada.

Oh mierda.

-Es broma-intento arreglarlo.

-No pasa nada, soy muy malo para dar sorpresas-se ríe, aunque se nota que es forzada.

-No-digo agarrando su mano-a ver si consigues el típico cliché de conseguir un peluche paa tu dama-digo riendo. Matt me mira y alza los extremos de sus labios, porque sonrisa no se le podría llamar,

Mierda.

le abrazo por la cintura y le beso, luego entierro mi cara en su pecho, no se como disculparme de otra manera.

-Lo siento-susurro y alzo la mirad para verle.

-Has picado-dice guiñando un ojo.

-Serás...-antes de que acabe me besa, intento poner resistencia pero, es matthew.

¿Como resistirme?