Si...

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Cuando llegamos al four sessons, no me sorprendió, eran celebridades era obvio.
Entre bromas, todos se dirigieron al bar del hotel, no sabía si debía quedarme o no.
Le pregunté al guardaespaldas principal y el dijo que no sabia, así que hice lo más sabio.
Me acerqué a Kellin, era lo más apropiado.

Toque su hombro y el volteo, con su tierna sonrisa

-No se si ocuparán más mis servicios, o pueda retirarme.

El se quedó callado y miro a Richard, este sólo encogió los hombros y negó con la cabeza.

-No, quédate -Soltó Kellin- bebé algo con nosotros.

Si, claro hice lo más sabio.

Puse mis manos atrás, y las apreté tanto como pude.

-No se si sea lo más apropiado, señor. Creo que debería retirme.

La voz de Richard era gruesa y melódiosa  y hermosa y miles de cosas más que no irían bien con "Y" y mejor con coma.

-¿No es que te dará miedo andar sola en la calle, Lex? ¿O si, Lex?

Trague en seco, pensando en mi siguiente respuesta.

-No hay muchas cosas que me den realmente miedo, Colson.

Kellin sonrió, no sabía exactamente por que. Voltee a verlo.

-Sólo quédate Lex. Sólo un momento.

Lo medite menos de dos minutos y accedí. 

-Esta bien.

¡Ay, pero que pendeja!

Me senté a lado de Kellin. -¿Que bebes? -me pregunto el guapo cantinero con una sonrisa demasiado hermosa.

Suspire despacio. -Una coca-cola, estoy en servicio.

Después de un rato, resultó que todos eran muy agradables, y todos se llevaban bien.
En la ronda de preguntas, Justin comenzo, y nunca lo imagine, ni un millón de años siendo interrogada por un amigo de Kellin.

-¿Cual es tu nombre completo?

Alce una ceja. -Alex Miyake.

-Eres asiática, ¿cierto?

Justin era guapo, alto y preguntón. Y me agradaba.

Sonrei. -Del norte de Corea

Después de eso paro y cambio de tema, el contaba chistes y más cosas, han escuchado cuando alguien dice "cada loco con su tema" así era ahora, y me gustaba.
Me pare cuidadosa con los cigarros de Kellin y salí a la terraza del hotel.
Prendí uno y deje que el tabaco quemara todo dentro, era el único vicio que aún no podía dejar, pero estaba bien.

-¿Podemos hablar?

Su voz quemaba más que el cigarro, más que todo, me gire a verlo y sus ojos azules brillaban y quería jurar que eran por la luz y no por mi, eso sería ilógico.

Medio sonreí, aguantando su rico perfume, estaba feliz que dejará esos baratos que sólo apestaban horrible.

Tomo mi cabello entre sus dedos y lo aprecio un momento. 

-Ahora es rubio pero igual de hermoso.

-Gracias, Richard.

Suspiró.

Medio segundo estaba tirado en mis brazos, llorando.

-Lex... -su respiración era entre cortada, suspiraba, lloraba y musito- Te juro que pensé que nunca te volvería a ver

Llevo sus manos a mi cara, tomo mis mejillas como antes lo hacía para besarme, negando, junto nuestras frentes.

-No te resistas, Lex, Bésame.

Cerré los ojos y lo recordé.

La razón por la que me había ido, por que me había alejado.
Sin querer hacerlo, toque mi estómago y lo empuje lentamente.

-No soy la misma, Richard, he cambiado.

Me aleje unos cuantos pasos atrás. Por favor, no te acerques más, pensé.
Y lo hizo se acercó.

-Déjame conocer a la nueva tu

Abrí la boca para hablar, pero mi celular comenzó a sonar. Gracias, agradecí baja mente y saque mi celular de la bolsa del pantalón, aún del escuadrón.

-Es importante, tengo que contestar.

El asintió.

Conteste.

-Rach...

-¡Nada de Rachie, me dijeron que paso hoy! Y demonios, Alex, ¿¡QUE PENSABAS?! ¿¡QUE ERES INVENCIBLE?! ¡NO PENDEJA!

-Rachel... te lo juro era de vida o muerte...

Rachel se había convertido en mi mejor amiga y mejor soporte, era una de las mejores doctoras de su clase y cuando se graduo, obtuvo reputación y todo se fue a África, a médicos sin fronteras y eso me dolió.

-¡Wow! Los chismes corren rápido, amiga -le dije ella sólo rio- hablamos al rato, chica

-¡No, tengo preparado un gran sermón!

-Me lo darás Mañana.

-Te amo, estúpida

Con eso, corto y me volví a Richard. 

-Estuvo mal lo que hiciste, tirarte a ese maníaco.

Sonreí y mis ojos se llenaron de lágrimas.

-Sólo hice mi trabajo, hubiera sufrido más si hubieras muerto y no hice nada.

Me abrazo de nuevo.

Eran las cinco de la mañaña y poco a poco todos se fueron a acostar y al final me quede sola con ambos chicos, ahora no se si éramos extraños o de nuevo la maldita trinidad. 

-Escuche que te casaste, tienes hijos -le dije a Kellin.

-Si -bebió de su vaso- yo no he escuchado nada de ti.

Solté una risa mirando abajo y mordi mis labios.

-Intentamoslo de nuevo -Dijo Richard y Kellin lo miro extraño- no, estúpido, intentemos que esta amistad renazca...

-Me uno a eso -Kellin nisiquiera me dejo hablar cuando ya me veía diciendo que si decía que no, me arrancará la cabeza.

Tomé más de mi vaso de refresco recién rellenado.

-Somos viejos, que más da.

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Este es algo largo, y aún que lo, sentí un poco de relleno, me gustó❤ espero a ustedes también, dejen sus comentarios y votos💚

No me gustan los lectores fantasmas xD

Again.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora