PROLOGO
De repente comienzo a pensar en los momentos junto a ella, en la manera en que nos abrazábamos cada vez que necesitabamos cariño. Y me doy cuenta que la necesito, pero ella no está más aqui a mi lado, y lamentablemente no creo que vuelva, no creo poder amar a alguien intensamente. Mis lagrimas continuan bajando por mi mejilla, y nunca creí llorar por nadie y menos por una chica.
Me encuentro en esos momentos en los que no quieres ser nadie: ni tu padre o madre, ni tu hermana o hermano, ni el vecino, tampoco la persona más feliz del mundo. Simplemente quieres agarrar tu auto y silenciosamente escapar de esta estúpida vida, irte de este maldito momento.
Sigilosamente la última gota de agua que se encontraba en el cielo cayó. Y de mi lagrimal tambien.