Su piel es como la misma porcelana, como la nieve, y su corazón como un hielo, uno que intento derretir. YoonGi, déjame probarte que puedo volverte cálido, y que aunque tu piel siga como la nieve, tu corazón será una hoguera. Déjame rozar tu piel, y acariciar tu alma, besar tus labios, y hacer que cierres los ojos.
– ¿Jimin? ¿en qué piensas niño? – hablo YoonGi sacándolo de sus pensamientos
– En nada hyung, solo... cosas.
– ¿Qué cosas? Hablas en voz alta y no me dejas concentrarme – eso desconcertó al menor ¿hablo en voz alta?
– ¿Qué dije? – trato de ocultar su sonrojo, y la poca luz del estudio ayudo un poco
– Solo decías piel... piel... tu piel... eso era todo
– ¿En serio? – el azabache asintió
– Lo siento, es mejor que te deje solo – sonrió y se levantó del sillón, pero fue detenido
– ¿En qué pensabas? – el menor dudó – dime, no le diré a nadie, lo prometo – levantó su diestra y el moreno se mordió el labio interior
– En... piel – omitió el "tu" que tenía su lengua en la punta
– ¿En qué piel? ¿algún animal? – el mayor frunció su ceño – ¿te gusta la ropa de piel? Por el cielo Jimin... ¿es eso? – el menor se sorprendió
– ¿Qué? No hyung, claro que no, sabes que adoro los animales, no pienso en esa clase de piel
– ¿Entonces? Habla enano
– ¡Hyung es un centímetro!
– Lo que sea, no me importa, ¿de qué piel hablas?
– De la de un chico
– ¿Qué chico? – eso sonó algo brusco y algo ¿celoso? Para el menor
– Un chico, hyung, es solo un chico – dijo tratando de evitar el tema
– ¿Es mayor?
– Si
– ¿Es inteligente?
– Si
– ¿Es gentil?
– Pues... si – dudó
– ¿Quién es?
– ¡Hyung!
– Oh vamos Jimin, dime
– No
– ¿Por qué?
– Hyung déjeme ir
– No lo haré, no hasta que me digas
– Hyung es tu piel – el azabache se sorprendió al escucharlo, nunca pensó que el moreno estuviera interesado en su piel, en realidad nunca pensó que alguien estuviera interesado en su piel, pero... ¿para qué mentir? Él estaba interesado en los labios del menor, y es que, ¿Quién no?, con solo verlo pasar sus orbes se desviaban a aquellos pedazos de carne que para él eran una tentación.
– ¿Mi piel? – el menor asintió, ya tenía suficiente vergüenza como para tener que repetir lo dicho
Lo siguiente que el moreno sintió fueron unos labios estamparse contra los suyos, y unas manos tomarlos posesivamente de la cintura, ahí fue cuando se percató de que estaba siendo besado, lo estaba besando el ser que lo traía loco, su delirio, eso no lo podía desaprovechar.
Jimin pasó sus brazos por el cuello ajeno repartiendo caricias, por otro lado unas manos blanquecinas estaban subiendo su camiseta hasta que ésta desapareciera de su torso. Segundos después ambos torsos se encontraban en las mismas condiciones, pero sus labios fueron separados
– Hyung... – habló agitadamente Jimin.
– Tu piel también es hermosa – sus ojos no se separaban del torso ajeno, esto provocaba que las mejillas del menor tomarán una tonalidad carmesí.
– Hyung... – y así volvió a besarlo.
Sus labios se unieron al igual que sus cuerpos, sus cuerpos ahora eran uno solo, el calor en la sala aumentaba al igual que es sus cuerpos, sus gemidos eran audibles, una capa fina de sudor los cubría, ambos cuerpos creaban melodías que para ellos eran únicas, ese momento era único para ellos.
– YoonGi... yo... – y justo en ese momento sus palabras fueron cubiertas por sus labios y una capa espesa estaba entre sus cuerpos, sus respiraciones eran agitadas y sus cabellos estaban mojados.
Se mantuvieron un momento en silencio y después el mayor habló – Te amo, Jimin – confeso encontrándose con el rostro del menor cubierto de un tono carmesí, un beso nuevo se hizo lugar – yo igual, Hyung – respondió el menor
– ¿Te amas? – preguntó
– No, tonto – río avergonzado – te amo hyung
– Y yo a ti – respondió.
Sin duda, la piel de Min YoonGi era la favorita de Park Jimin, era una porcelana que solo él podía tocar.
FIN.
