Introducción. Mi diario

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"Hey Jude, no lo hagas mal

Toma una canción triste y mejórala

Recuerda dejarla dentro de tu corazón

Y luego puedes empezar a hacerla mejor

Hey Jude, no tengas miedo..." - Hey Jude, The Beatles.

— Naaa na narana naranaaa heeyyy Jude. — Canto con toda inspiración mientras recuerdo la historia de mi vida, el como transforme una parte triste en lecciones valiosas, la cual me llevaron a sentir por fin la felicidad.

Al cabo un rato de terminar la canción escucho a mi hermana menor (Anastasia) entrar a la casa, iba a saludarla pero justamente cuando estaba a punto de articular la palabra hola ella se encierra en su habitación, cosa poco habitual, ya que cada vez que llega Anastasia suele saludar a todos con una alegría tremenda. Camino hasta la puerta de su cuarto y toco una vez diciendo su nombre con un tono calmado.

— No estoy de humor ¡déjame sola!

— Solo te quería saludar....— No dudo en hacer lo que me pide, me regreso a mi cuarto a esperar que se calme, analizando la manera que me habló llego a la conclusión de que seguro esta sollozando, y es que siendo su cuarto vecino escucho claramente lo que pasa en la otra habitación.

Pasa toda una hora y todavía sigo esperando que la puerta se abra, señal que me indicará que ya Anastasia mejoró y que puedo entrar a su cuarto sin problemas, verdaderamente me preocupa, si supiera lo que paso yo le ofrecería todo mi apoyo y mi ayuda, o tal vez, la hiciera ver que tal cosa no es tan malo como piensa. Todos mis pensamientos desaparecen después de un sonido -Tloc- es la manilla y la puerta abriéndose, con rapidez me levanto de mi cama y corro hacia su cuarto, al entrar puedo visualizar a mi hermana sentada en su cama abrazando a la almohada, respiro profundamente para prepararme a escuchar sus palabras, lo primero que hago es sentarme a su lado.

— ¿Qué fue lo que paso Anastasia? — La abrazo dispuesta a escuchar su relato.

— No entenderías... tu vida es tan perfecta, tu novio te ama, no sufres bullying en la universidad, eres perfecta siendo tu misma, todos te aceptan... en cambio a mi, yo soy un cero a la izquierda en el colegio, hoy el chico que me gusta me confeso que le gustaba una chica de menor año... después en el salón descubrí que habían creado un grupo de whatsapp y lo primero que hablan es de lo extraña que puedo llegar a ser, que me falta un tornillo y que seguro tengo problemas mentales, sobretodo por el hecho de ser asocial, cuando en realidad no lo soy, lo que pasa es que no me aceptan, todos son tan perfectos, populares, llaman atención y son chistosos, yo no, yo no tengo ese brillo que ellos deslumbran...
la
— Entiendo... — Sonrió al recordar de que yo también pase por lo mismo — Te confesaré algo... tu tienes más brillo que ellos, esto, lo que tu estas pasando hermanita no es mas que el camino hacia la felicidad, el poder conocerte a ti misma, para encender no un brillo sino una luz intensa que nadie podrá apagar jamás al menos que tú quieras.

— No entiendo ¿de qué estas hablando?

— Ven, vamos a buscar algo — Me levanto de la cama y me dirijo a mi cuarto, Anastasia me sigue, abro la tercera gaveta de mi mesa de noche y saco un diario que dice "Diario de principios, aprendizaje" — Antes no se llamaba así.— menciono después de sentarnos en mi cama y mostrarle la portada.

— ¿Cómo se llamaba entonces?.

— Mi jodida vida... aquí anotaba todos los sufrimientos que me pasaba cada año de clases, hasta que un día entendí que no se trataba de recordar estas cosas como algo malo, sino buscar el porqué pasaba y que tenía que aprender de esa experiencia, así que les agregue con cinta abadesa una hoja en blanco debajo de cada pagina y escribí las conclusiones.

— Eso solo lo haces tu...— Pone los ojos en blanco como expresión de "Tu y tú perfección"

— Cuando decides dejar el dolor a lado y sanarlo haces este tipo de cosas, ya verás, tu también lo harás, a lo mejor no lo escribirás pero si encontraras respuestas en tu mente y verás que no soy perfecta, solo aprendí una muy pequeña parte de la vida.

— ¿Qué dice el fastidioso diario con nombre magistral... — Me causa risa la manera que lo dice.

— ¿Lo leemos juntas?

— Esta bien...— Sonríe débilmente mirándome.

Abro el diario en la primera pagina y empiezo a leer con todo el amor del mundo.

Aprendiendo a amarme [Incompleta] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora