Jae Bum

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En cuanto entró al departamento, se dirigió a la sala de televisión, necesitaba alejarse de su menor, de su pequeña tentación, y dirigir su mente a otro lado. Se quedó parado mirando la mesa pensando seriamente en si irse a acostar era una buena idea, decir que estaba muerto era poco, su cuerpo le pedía a gritos un descanso.

YJ: Hyung, me iré a dormir, ¿vienes? – preguntó el castaño con el mismo tono de siempre, era tan adorable.

¡Sí! ¡Quiero! Y quiero abrazarte toda la noche, también... 

CONTROLATE!

Su entrepierna llevaba despierta desde hace un rato, en momentos como estos agradecía llevar ese tipo de ropa holgada. Y es que las fans les regalaron paletas de dulce antes de subir a la furgoneta... y para JB era imposible apartar la vista de su menor mientras la saboreaba.

JB: No Jae, gracias, me quedare a ver la tele un rato, adelántate – respondió, tratando de sonar lo más neutral posible, sentándose para no arriesgarse a ser descubierto.

YJ: Está bien – sonaba cansado, mi bebé, bostezo y se tallo los ojos. Le sonrió y JB tuvo que usar toda su fuerza de voluntad para no lanzársele encima.

¡YoungJae! Que ganas de comerte a besos... o a mordidas ¿Cómo alguien puede ser tan adorable con tan solo existir?

Bueno, JB, déjame decirte que
nosotras pensamos exactamente lo 
mismo siempre que lo vemos, 
no estás solo con ese pensamiento.

En cuanto escuchó que la puerta de su pieza se cerraba encendió la televisión, pasaba los canales aburrido, tratando de encontrar algo que lo distrajera y le alejara de la mente ese pensamiento que llevaba rondando toda la tarde.

Tomar a YoungJae de los hombros, acorralarlo contra una pared, aprisionar el cabello de su nuca con sus dedos obligándolo a mirar hacia arriba, comerse su boca y sentir su piel hasta que...

Detente, ya, suficiente... suficiente

Suspiro intentando así relajar sus músculos tensos, cosa que funciono un poco, se moría de ganas por ir a su habitación y recostarse a su lado. Agradecía enormemente que en ella sólo cupiera una cama matrimonial y no dos individuales, la excusa perfecta para tener el cuerpo de su amado dongsaeng a centímetros del de él por las noches, aunque a veces eso era una desventaja enorme para él y su amiguito, sí, enorme (La desventaja).

Se oían las voces saliendo del televisor, bajó el volumen al punto que apenas podría oírse y cerró los ojos recargando su cabeza en el respaldo, haciendo que quedara mirando hacia arriba.

El ambiente estaba tan calmado, armonioso... su cuerpo empezó a relajarse, sintió como la gravedad hacía efecto en sus extremidades. Abrió los ojos y miro el techo.

YoungJae

Volvió a cerrar los ojos por unos segundos, o minutos. Pasaban varias imágenes por su mente.

YoungJae

YoungJae

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Fantasías [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora