REENCUENTRO

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Las personas iban y venían en todas las direcciones habidas y por haber, en la bocina se anunciaban los vuelos que estaban por arribar, el estrés del mundo se sentía en el aire, como odiaba los aeropuertos.

Y ahí sentado en una de las únicas bancas disponibles estaba él, esperando a que algún manager o uno de sus compañeros o alguien encontrará sus maletas y de ese modo al fin lograría largarse de ahí e ir hasta el maldito hotel y poder descansar, porque claro, él sólo quería tirarse en la cama y dormir cómodamente a nadie le importaba que en ese hotel estuviera Yesung, él sólo quería descansar y ni se acordaba del cabezón ese, él quería un baño que lo relajara y nada más, al diablo Yesung, sólo un buen baño y un sueño reparador.

Maldito Yesung.

Miro su teléfono con fastidio, ni una llamada, ni un mensaje, ni una puta señal de humo ¿qué se estaba creyendo ese imbécil? Llevaba veinte minutos desde que el avión había aterrizado y parecía que a nadie le importaba, bueno sí, le importaba a las fans que lo veían y le tomaban fotografías pero ¿no se suponía que era lo más importante en la vida del idiota de su novio? El avión pudo haberse caído en medio del océano y al imbécil ese parecía no importarle.

El manager y sus maletas habían llegado en algún momento pero al estar absorto en sus pensamientos odiando al idiota de su novio, corrección ex novio porque cuando lo viera estaba más que seguro que lo mandaría al carajo, que ni cuenta se dio de lo que pasaba a su alrededor hasta que estuvo en la van que lo llevaría al bendito hotel.

— Parece que alguien esta malhumorado otra vez

Sólo debía ignorar los comentarios.

— ¿Qué? ¿Otra vez siendo ignorado?

— Púdrete hyung.

Tal vez no lo ignoraría.

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Cuando llegaron a su destino se dedicó a mirar mal a todos hasta que consiguió la llave de su habitación, subió al elevador sin esperar a nadie y cuando las puertas se cerraron por fin pudo respirar tranquilo.

Hacer berrinche había funcionado de algo y al menos le habían dejado la mejor habitación, "que se jodan los demás" se dijo a sí mismo mientras se tiraba en la enorme y esponjosa cama, era su parte favorita en todo el jodido día, bueno el baño de burbujas tampoco había estado mal pero sin duda estar ahí tirado sin más que hacer más que descansar era mejor. Aunque ahora que lo meditaba la cama parecía demasiado grande y vacía, ya no le gustaba tanto.

Yesung llevaba en Japón dos años, bueno tal vez sólo unos meses, bueno llevaba ahí algunas semanas... de acuerdo, sólo llevaba ahí unos pocos días pero eso no quitaba el hecho de que le molestaba demasiado que el puto trabajo siempre le robara la atención y tiempo de su novio... joder, que ahora era su ex.

Estaba molesto, el servicio a la habitación aun no llevaba su comida y habían pasado al menos 10 minutos desde que lo ordeno por teléfono, empezaba a fastidiarse digo una cosa era que a Yesung le importará un carajo que por fin pudieran verse y una muy diferente es que su comida no llegará, eso sí era crueldad con su pobre alma.

Se sentía cansado y hambriento.

Y estaba sólo.

Maldita sea.

Después de un rato la puerta por fin sonó y juntando toda la energía que algún vez tuvo se levantó de la cama para ir a abrir pero al abrir la puerta no encontró hamburguesa y papás fritas, frunció el ceño ante lo que veían sus ojos.

— Hola Kyu me...

Y la puerta se cerró en la cara del vocal principal de Super Junior.

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