•1 Nota de suicidio•
Entro corriendo a la casa y azoto la puerta tras de mi, mis lágrimas caen una tras otra cayendo por toda mi cara, me siento en el suelo, apoyando mi espalda aún con la puerta, junto mis piernas a mi pecho y las abrazo, quedando completamente como un ovillo, mis sollozos retumban por toda la casa. El había logrado hacerme sentir linda, amada, engañada, usada y avergonzada. El había logrado enamorarme. El había logrado tener mi virginidad..
El, el, el, el, solamente el.
•Basta. Cállate. No te sigas lastimando.•
- No puedo, el era todo, el me lastimo, no puedo calmar mi dolor
•dolor contra dolor...•
Es amor.
- No, no, no, no, no
•tu sabes que si, y tu sabes que lo quieres, tu sabes que eso te hará bien•
- No, se lo prometí a...
•¿El? cariño, ¿no te das cuenta que sólo fuiste una apuesta? ¿una mas de la lista?•
- Mientes, el me quiere -Mis sollozos se hacen más fuertes al recordarlo, y mis ganas por cortar mi piel se aumentaban con cada segundo.
•querida, ¿en quien creerás? ¿en la voz que siempre te acompaña, la que te dijo que no lo escucharás? ¿o en el chico que en la mañana casi te abofetea con sus palabras?•
No tengo argumento alguno, pues de cierta forma tiene razón, cuando no la escucho, todo sale mal, pero cuando la escucho... La respuesta es neutral.
•linda, no lo pienses, sólo imagínate mostrándole tus brazos cortados a el, el arrepintiéndose, abrazándote, amándote de nuevo•
Amándome de nuevo.
Me levanto del suelo y me dirigió a las escaleras, voy subiendo una por una hasta llegar a la cima, doblo a la izquierda, donde queda mi cuarto, abro mí puerta. Me acerco a la cajita de M&M's color roja, la cual se encuentra en mi tocador, abro la pequeña caja y me encuentro con 3 navajitas, las cuales había quitado de 3 sacapuntas. Tomo una navaja y me encierro en el baño, pongo mi brazo de manera que puedo ver mi muñeca, acerco la navaja a mi muñeca y la paso, al principio tímidamente, pero mientras más cortes hacia, mas confianza agarraba, no me doy cuenta de cuantos cortes me he echo hasta que veo mi brazo, o bueno, lo que logró ver, ya que casi todo mi brazo está cubierto de sangre.
Caigo al suelo frío del baño, mientras que con cada segundo que pasa, más pierdo la conciencia, empiezo a tener sueño, y aunque intentó quedarme despierta, mis párpados me lo impiden.
Al último parpadeo que doy, hago un fuerte esfuerzo para abrir mis ojos, logro ver una sombra negra que parece observarme con una maligna risa en el rostro, y cuando cierto los ojos, todo se vuelve negro...
¿Ha llegado mi hora?
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Nota de suicidio.
RandomElla se desprecia. El se burla de ella. ¿Qué pasara cuando el se entere que ella está en el hospital?