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• Meiko Sakine - Narrado por Kaito •

La maldita de IA nos había traicionado. Ella jamás me había dado confianza, era demasiado pronto para que una pueblerina extranjera quisiera hacer parte de la milicia en una guerra tan vil como esta.

Se lo había dicho a la comandante, pero ella se encontraba en una situación bastante complicada debido a la muerte de varios soldados, necesitábamos gente, eso no se podía negar... pero esa maldita... ella era demasiado extraña.

Mis sospechas empezaron cuando se le dio porque tenía una supuesta tía, la cual estaba enferma gravemente y con peligros de fallecer, por lo que sólo venía a los días de planeación... pero para las vigilancias nunca estaba presente, lo cual logró que comenzara a caerme mal, al punto de no confiar en ella en lo más mínimo.

Y tenía razón... por culpa de ella... Meiko...

☽☾

Conocía a Meiko Sakine desde la infancia. De pequeña era una niña que prefería terminar ella siendo castigada antes de que uno de sus amigos fuera regañado.

Recuerdo las veces que protegía a una pequeña de cabello azul marino —que ahora resulta ser mi comandante— cuando se robaba una manzana de la plaza central solamente para llevársela a su hermano mayor al trabajo.

Meiko era de pelo castaño corto, y ojos marrones brillantes. Su actitud era de una mujer fuerte, al punto de ser algo masculina, pero no me importaba... cuando menos me había dado cuenta... estaba perdidamente enamorado de ella.

—¿Qué pasa Kaito?— me preguntaba con su voz de pequeña, —¿Por qué siempre te pones rojo cuando caminamos juntos? ¿Acaso eres alérgico a algo?

—Y-Yo... ¡yo no estoy rojo!— solía decir con lo poco que me quedaba de dignidad.

Meiko llevaba a la pequeña de las manzanas de la mano en casi todas las salidas, ya que nosotros dos éramos mayores que ella, y teníamos que cuidarla mientras su hermano mayor trabajaba para poder llevar comida a su casa, ya que los dos eran huérfanos de padre y madre.

La forma en la que Meiko había aceptado la propuesta de cuidar a tal niña —que a duras penas conocía— me parecía un acto de mucha madurez y valentía... lo cual era una cosa que me encantaba de ella.

Solíamos tener clases particulares, pero a ella le aburrían mucho... y como no tenía muchos amigos por su actitud dura, era yo el que terminaba fugándome con ella.

—E-Espera Meiko...— susurraba, —Deberíamos volver... nos van a descubrir...

—Shh... no hables Kaito...— me regañaba susurrando, —Ya estamos por llegar a mi escondite... ahí nadie jamás nos va a ver.

En ese momento ella tomó mi mano para que yo acelerara el paso, y yo sin aviso previo, comencé a sonrojarme de una manera extrema, al punto que me cubrí el rostro para que ella no se diera cuenta.

El lugar que ella solía llamar "escondite", era una pequeña reserva en las entradas de un bosque que quedaba cerca a la zona de cosecha. Un pequeño lago pasaba por ahí con agua cristalina, y flores de varios colores y formas lo decoraban, pero lo que jamás olvidaré de ese lugar, es que la luz del sol y la luna se ubicaban perfectamente en cierto punto.

—Wow...— murmuré impresionado, —Es... ¡es muy bonito!

Meiko sonrió con orgullo, —¡Sí! También hay una leyenda que ronda sobre este lugar— dijo con una voz que estaba destinada a que yo me interesara.

Luto Mortal  ☾ Miku x KaitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora