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Hola Hope,

Supongo que estas muy confundida en este momento porque esto es una carta y no una nota de las que te suelo mandar y también porque de nuevo la has encontrado fuera de tu casa, pero es que todas las cosas que te voy a decir no iban a alcanzar en un pos-it. Esta carta es para que me conozcas, para que sepas finalmente quien es Faith.

Realmente no tengo idea por dónde empezar, así que supongo que la mejor manera de empezar una carta es por el principio, por la razón por la cual empecé a mandarte notas, la razón de todo esto, así que aquí vamos:

Primero, mi nombre es Noah Anderson, soy exactamente ese chico que siempre para al final del salón con sus audífonos y un gorro en el cabello, tal vez no me hayas visto, la verdad no tengo idea, lo más seguro es que no, me esfuerzo en ser invisible y hasta ahora creo que he cumplido mi objetivo. Con eso podrás intuir que no soy una persona que se puede catalogar como alguien 'sociable', mis habilidades para relacionarme son absolutamente nulas y la verdad no está dentro de mis prioridades ser alguien que tenga más amigos de los que pueda contar con sus dedos. Así que podrás saber que cuando te vi y quería acercarme a ti la idea de mandarte notitas no sonó tan descabellada. Y así es como nació Faith, aquel que era más valiente que Noah y que podía hablar con la chica bonita del salón sin miedo a ser rechazado, tengo que confesarte que al principio estaba decidido a que sea algo de una sola nota, es decir, mi idea era sólo hacerte un cumplido y ya estaba, todo se terminaba ahí, pero luego algo sucedió...te vi sonreír al leer la nota que te escribí. No sabes la sensación indescriptible que sentí al ver eso Hope, era yo la persona que estaba poniendo esa linda sonrisa en tu rostro, aunque indirectamente, y eso se convirtió en algo asombroso. Fue como presenciar magia. Al ver tu sonrisa sentí algo, no supe identificar que era, aún ahora no puedo , pero era algo que me hacía querer seguir haciéndolo, quería seguir siendo el responsable de tu sonrisa. Algo broto dentro de mí Hope, sentía que tal vez si es que yo te hacía sonreír algunas veces más, algo podría nacer entre los dos, algún lazo, algo que nos conectara. Tal vez en algún momento tu sentirías curiosidad hacia mí, algún día tu querrías conocerme y yo hasta ello ya habría dejado esa timidez e inseguridad y tendría la valentía suficiente como para acercarme a ti. Pero no era tan sencillo, tenía miedo princesa, miedo de que cuando te dieras cuenta quien era el que estaba detrás de Faith ya no te agradaría y ya no quisieras saber nada más de él, porque tu te habrías esperado a otra persona, a alguien más lindo, a alguien menos tímido, a alguien más acorde a ti, a alguien como Enzo y eso me helaba la piel, me hacía sentir miserable.

Tenía miedo de decepcionarte.

Probablemente no lo sepas, pero mi mamá murió de leucemia cuando tenía nueve años, y desde ese día empecé sentir que cargaba todo el peso del mundo sobre mis hombros, sentía el aire denso y todos los días se me hacía más difícil respirar. Había perdido a la persona más importante de mi vida, a la única persona con la cual me podía mostrar tal y como era se había ido y yo sabía que cualquier esperanza de sonreír se había ido con ella ¿Y de que vale sonreír en un mundo donde no se encuentra la persona que te hacía feliz? Era como burlarme de ella, era demostrarle que este mundo seguía siendo bello, y no era así, porque lo único bueno de este mundo era ella y ya se había ido para no regresar jamás.

Hasta que te encontré Hope.

Te convertiste en mi esperanza, yo no creo en los milagros, porque los millones que pedí en el pasillo del hospital no se cumplieron, entonces cuando te vi no supe muy bien que podrías ser tú. Pero te juro que el primer día que entraste al salón de clases sentí como el aire se hacía menos denso, después de meses sentí como aire nuevo entraba a mis pulmones, y con los días se me hacía más fácil respirar. Y cuando sonreías...joder, esa sonrisa, no me robabas el aliento Hope, me lo regresabas, sentía como me regresabas las ganas de vivir, sentía que el mundo volvía girar, sentía que tal vez, solo tal vez, aún había cosas buenas en el mundo, todavía había esperanza. Hope tú te convertiste en mi esperanza. Era como si ella te hubiera mandado hacia mí para hacerme cumplir la promesa que le hice:

Luchar por mi felicidad Hope.

Es por eso que escribo esta carta, porque tú eres mi felicidad y mereces que enfrente todos mis miedos y luche por ti, te mereces la luna, las estrellas y cada una de las galaxias. Porque gracias a ti he recordado lo que era ser feliz, y es por eso que te entrego mi corazón Hope, porque dicen que éste le pertenece a aquel que lo hace latir y esa persona eres tú, has hecho que mi corazón vuelva a latir y que cada uno de sus latidos sean por y para ti.

Tengo la fe que algún día te des cuenta que lo que yo siento no es sólo un amor de adolescentes, es algo real Hope. Y mucho más de lo que otros pueden llegar a sentir en toda su vida.

Mañana en el partido te espero en la entrada del campo, seré el chico con una rosa en la mano y si es que tú también sientes, aunque sea una minúscula parte de lo que siento por ti, llevarás esa corona de flores que te dije algún día que te quedaba muy bien. Pero si no, lo entenderé, quiero conocerte Hope y quiero que me des la oportunidad de que conozcas al verdadero yo, a Noah.

 Pero si no, lo entenderé, quiero conocerte Hope y quiero que me des la oportunidad de que conozcas al verdadero yo, a Noah

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NotA:

Noah Anderson (Faith) en multimedia*-*

Hope & FaithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora