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  — Date prisa, Austin.— Esa era yo tratando de persuadir a mi novio para que se apresurara y así ir al supermercado que había visto el día anterior que me quedé de guardia.

— Ya voy, amor, solo termino de empacar unas cosas. — En ese momento pensé lo estúpido que eso sonaba, puesto que nuestras pertenencias no eran más que una tienda de acampar con algunos trastes que logramos juntar en nuestro camino, tenía varios libros que mi novio había conseguido para mí a cambio de algunos trabajos clandestinos como robar el camión de suministros del ejército, el osito de Sofi, una pistola semiautomática Heckler und Koch, otra Jericho 941 y algunas mantas. Nos habíamos acabado el agua esa mañana junto con el último alimento que quedaba. — Sofi, dile a Camila que no se enoje conmigo.

Sofi solo se encogió de hombros, jamás había sido muy amigable con Austin pero sabía cuánto lo necesitaba en estos momentos así que intentaba convivir más con él.

— Kaki, no te enojes con él.

— Eso es chantaje, Mahone. — Lo vi con los ojos entrecerrados y le saqué la lengua al ver que había terminado y venía en dirección hacia mí.

— Te ves hermosa cuando estás enojada. — Sonrió con complicidad tomando mi cintura en sus manos. — Te ves hermosa siempre.

Y así era como en un suspiro Austin Mahone me tenía a sus pies, eran tiempos difíciles pero él jamás se apartó de mí, ni siquiera se alejó por el hecho de tener que cuidar a Sofi todo este tiempo. Austin y Sofi eran lo único que me quedaba después de haber perdido a mis padres cuando los infectados invadieron el vecindario.

Me gustaría decir que mis padres no sufrieron, me gustaría decir que están en un mejor lugar pero sé que eso no es verdad.

Recordar ese día es difícil, todo parecía estar bien hasta que el señor McDougall entró en nuestro patio huyendo aparentemente de su esposa que se encontraba infectada, mi familia rápidamente le dio alojamiento y lo dejaron pasar sin notar la mordida que carcomía su piel justo en la parte baja de su espalda.

Mi padre quiso evitarlo y le pidió que se fuera pero eso solo hizo que el señor McDougall entrara en pánico, ocasionando una pelea con mi padre. En medio de empujones y golpes, el vidrio de la ventana al lado de la puerta principal se rompió, en el tiempo que mi padre deseó contener la entrada, el señor McDougall ya se había convertido y sin dudarlo dos veces fue por mi padre que nos gritaba a mamá, a Sofi y a mí para que corriéramos hacía la puerta trasera en busca de ayuda, al principio quise correr y buscar una forma para salvar a mi padre, luego recordé que Sofi estaba al lado mío viendo como papá era atacado por el vecino zombie que se infiltró en nuestra casa. A lo lejos pude divisar una horda de zombies que se movilizaban por toda la calle, digamos que la vista de mi padre luchando nos hizo más vulnerables.

— ¡Sinu, saca a las niñas de aquí! —

Pero mamá no respondió...

Sofi, corre hacia la puerta trasera, en un momento mamá y yo estaremos contigo.

Kaki, tengo miedo... — Esas palabras hicieron que despertara, esas palabras hicieron que mi corazón comenzara a golpear como mazo mi pecho. Sofi no merecía esto, tenía una vida por delante... No dejaría que tuviera un final tan triste como el que estuvimos a punto de experimentar.

Mírame, princesa. — Levanté su cabeza con ambas manos, el tiempo se estaba acabando. — Yo también tengo miedo, Sofi, pero debemos salir de aquí, papá está luchando por salvarnos. Ahora es nuestro turno salvar a mamá. Corre hacia la puerta trasera y escóndete debajo del pórtico, yo iré por ella.

Dead Paradise (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora