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Llegamos unos minutos luego de una larga caminata por el bosque que se encontraba al lado de la autopista, al parecer todos conocían el camino a la perfección porque no se han confundido en nada. Si yo estuviera sola jamás podría dar con estos caminos

Sofi se notaba un poco asustada y yo solo me contuve de mostrar todo el miedo que traía encima para no darle más miedo a ella. Austin se mantenía rígido pero jamás soltó mi mano o su agarre de Sofi. Al llegar muchas personas nos esperaban, el lugar era una enorme cabaña que de no haber estado tan abandonada, tendría un lindo aspecto. Caminamos más dejando la cabaña atrás y encontramos que no solo era una cabaña, eran al menos unas 10 esparcidas por todo el lugar, la que vimos al principio parecía ser una cede central. Habían muchas personas, no demasiadas pero podría catalogar aquel lugar como una pequeña comunidad.

Al menos cuatro niños jugaban con un balón de fútbol, Sofi tendría con quien jugar, unas mujeres estaban tendiendo ropa en unas sogas improvisadas para tender, otros hombres un tanto alejados de la zona cortaban leña despreocupados mientras reían. Nos detuvimos en una cabaña con una bandera de Estados Unidos colgada en la entrada, cuando Lauren volteó a vernos, noté algo en su brazo y entonces me percaté de que todos lo tenían; era un pañuelo perfectamente doblado de color rojo con manchas negras sin orden alguno.

— ¿Qué tenemos aquí?

Una chica salió despreocupada de la cabaña con una venda que cubría desde su tobillo hasta su rodilla, la sangre corría por ella y me pregunté si con tantos suministros no le podrían cambiar de vendaje.

— Dinah, no los molestes, tienen que pasar el protocolo para decidir si se quedan. — Su nombre era Dinah, se veía amigable hasta que Lauren la cortó.

Sigo pensando en lo estúpida que fui al pensar que Jauregui era un nombre, una chica tan linda como ella debía tener un lindo nombre, lo tiene.

— Que te jodan, estamos en medio de un puto apocalipsis y lo que te preocupa es seguir un protocolo que tú misma has inventado. Con permiso, Jauregui. — Se aproximó a nosotros y con la mano extendida mostró una gran sonrisa. — Soy Dinah, es un gusto que se unan a nuestra alianza.

— ¿Puedes explicarnos qué es una alianza? — Mi muy asustado novio pronunció las palabras tratando que estas no sonaran tan forzadas por lo aterrado que se encontraba.

— ¿Han vivido en una caverna todo este tiempo o qué?

— No estaban muy alejados de la zona y a decir verdad, parece que han estado acampando los tres solos. — Uno de los tres tiradores habló señalando nuestra tienda de acampar que Austin llevaba en la espalda, todos los demás habían desaparecido y los únicos que se encontraban allí eramos nosotros tres con Dinah, Lauren y el otro chico.

— Chris tiene razón, iban al supermercado cuando los encontramos.

— Hemos caminado hasta aquí por dos meses, cuando Sofi y yo quedamos solas, Austin nos encontró y dijo que sería buena idea dirigirnos hacía el este. No habíamos escuchado de invasiones por la zona. Yo soy Karla — Sofi me vio con una cara rara, no solía utilizar mi primer nombre con muchas personas así que rápidamente rectifiqué. — Pero prefiero que me llamen Camila.

— Bien, Camila, quiero que vengas conmigo. — Lauren me miraba con un semblante enojado y serio, no entendía que había causado dicha expresión en su rostro pero sin pensarlo solté la mano de Austin por si eso la molestaba.

¿Por qué le molestaría que estés tomada de la mano de tu novio si ella también está en una supuesta relación con el idiota de frenta plana? Eres genial, Camila.

— Tus compañeros podrán esperar dentro de esta cabaña junto con Chris, Dinah y Theo. — Comenzó a caminar dejándome atrás y se giró con un gesto arrogante. — ¿Qué esperas?

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⏰ Última actualización: Oct 23, 2016 ⏰

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Dead Paradise (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora