Me gusta tu forma de hablarme,
tus lunares y manos.
Me gusta tu pelo, tu forma de vestir y tú forma de ser.
Me gusta ponerme nerviosa al verte, ir a darte un abrazo y que te rías de todo lo que digo.
Me gusta la forma en la que conectamos, por compartir los mismos gustos y la misma forma de pensar.
Me gusta pensar que el destino puede llegar a unirnos, aunque no sea así.
Me gustan las tardes que pasó contigo, aunque los nervios me invadan por dentro.
Me gusta tomarme un helado juntos, sabiendo que no será el último.
Me gusta que me mires, simplemente para decirme lo tonta que soy.
Me gustas tú.
