Dejé besos y versos en el camino sin destinatarios para que los hicieras tuyos.
Dejé también un poco de amor y cariño para el errante que recorre solitario el mundo sin rumbo fijo.
Dejé un par de abrazos a la orilla del mar para cuando sientas perderte y creas morir de soledad.
Dejé una parte de mí en cada ser humano que conocí para que cuando te encuentres con ellos, te acuerdes de mí.