𝐈 𝐊𝐈𝐒𝐒𝐄𝐃 𝐀 𝐁𝐎𝐘 | 𝐒𝐓𝐄𝐑𝐄𝐊

I kissed a boy

La música estaba en el máximo volumen, las paredes del club vibraban y el lugar estaba lleno de adolescentes, adultos jóvenes y algunos adultos que aún querían divertirse. El olor a alcohol se sentía a kilómetros, el humo de cigarrillos y el calor por tantas personas, podía ser desagradable si no estabas acostumbrado.

Pero Stiles y sus amigos si lo estaban. Iban todas las semanas a ese club, usaban sus identificaciones falsas, entraban y apenas poner un pie en el lugar se sumergían en el ambiente como peces en el agua. Bebidas, música, desconocidos que querían bailar-y tal vez algo más-contigo.

Para los solteros del grupo era grandioso-varias veces Isaac se había ido a casa con alguna desconocida guapa-, pero para los que estaban en una relación, estaba bien sólo ir a bailar y a beber un poco, luego de una semana pesada con el bastardo de Harris encima-eso era más para Stiles-. Ese viernes en la noche no fue la excepción, se vistieron, acordaron la hora y llegaron uno tras de otros dispuestos a tener diversión. Para las dos de la mañana, varios estaban ebrios y otros ya se habían ido, y no precisamente solos.

Stiles bailaba sólo al ritmo de la música, moviéndose como su cuerpo quería y no importándole que probablemente no tenía un buen ritmo, o que los movimientos que hacia tal vez se no se podía denominar como baile. Esa noche Malia había desertado, ya que tenían examen de matemáticas el lunes y ella no era precisamente buena en esa materia. No es como que la castaña le dijo que no podía ir sin su presencia, pero Stiles se abstenía de invitar a bailar a una desconocida, y todas sus amigas ya estaban ocupadas.

Lydia bailaba con Jackson, Allison con Scott, Erica con Boyd y hasta Kira bailaba con un chico que suponía había conocido en el club. No le molestaba bailar sólo-y muchos menos era el único-así que simplemente subía su bebida en alto y gritaba con emoción, sonriendo y riendo. Amaba ir a ese lugar, sentía que todas sus preocupaciones se drenaban de su cuerpo.

Y no es como que un chico de diecisiete años pueda tener demasiadas, pero las que tenía ya eran suficientes. Con la universidad en puerta de pie junto con la adultes esperándole, Stiles necesitaba un descanso antes de comenzar. No estaba listo para nada de eso, pero debía afrontarlo y cuando lo hiciera quería hacerlo con diversión.

Meneaba la cabeza, riendo y subiendo los pulgares en dirección a Isaac cuando lo diviso en la barra hablando muy cerca con una chica castaña. El rubio noto su mirada y al alejar la suya propia de los labios de la chica, no pudo evitar reír al ver a Stiles bailando como idiota y una sonrisa socarrona.

Los demás estaban a su alrededor, bailando y hablando, Scott a su lado derecho diciéndole cosas en el oído a Allison y Lydia metiéndole la lengua a Jackson hasta la garganta. Era normal que después de cierta hora, actuarán de "esa" forma. Por alguna razón, a los adolescentes le encanta demostrar en público cuando "amor" sentían por sus parejas.

Stiles extraño a Malia en ese momento.

A Malia y a sus manos juguetonas que le importaban muy poco si estaban en el baño de un club a las tres de la mañana, o en la parte trasera de su Jeep a un lado de la carretera a las cinco.

—¡Dejen algo para Stiles!—grito el castaño, tomando al más cercano y colgando se de su cuello con un brazo.

Aiden se quejó lo suficientemente alto para que Stiles le escuchará y el de lunares río. Podía ver a la chica que había perdido Aiden por su arrebato de necesidad de atención, pero era bastante gracioso cuando el "gemelo gruñón" se enojaba.

—Lo siento, Aiden, este cóctel se veía más suave en la botella—dijo Stiles burlón, riendo al sentir como el chico le daba un manotazo con una maldición de por medio y salía en búsqueda de la chica que se suponía iba a conocer su cama esa noche.