Resurgence

PRÓLOGO.

Verano 2016.

Escuchaba las canciones del último álbum de mi grupo favorito mientras dibujaba al miembro que más me gustaba.

El dibujo era una pasión reciente, realmente aprendí a hacerlo con tutoriales de YouTube. Desde entonces he dibujado todo lo que me ha causado inspiración.

Terminé el dibujo y lo observé, le faltaba algo, a todos mis dibujos les faltaba algo. No los sentía, no sentía la inspiración con los que los había dibujado, no había nada más que pasos metódicos para obtener un resultado. No podía sentir nada al verlos.

Yo quería sentir algo, necesitaba sentir algo más que tristeza, algo más que desesperación.

Recuerdo las letras de una canción que me gusta mucho:

"Sé que cada vida es una película"

Pensando en eso, mi película no había sido tan entretenida. A mi aparecer todo era muy monótono y triste, todo lo veía gris, y no, no es una exageración, era mi realidad.

Mi vida no era una maravilla, y ese verano lo noté, yo solo quería sentir algo más, quería que me movieran. Necesitaba sentir la felicidad de nuevo pues los últimos años solo estaban de sufrimiento. Pero el mundo no siempre ha girado en mi favor, yo pido y me cumplen cuando no lo necesito de verdad.

Ahora debo admitir que nunca necesité ese cambio, pude haber vivido mejor con la tristeza y desesperación de ese momento.

Estaría mejor con los sentimientos de ese verano.

El verano del 2016.